Esoterismo
 
Hace (70) meses
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En una conversación con un grupo de amigos, un grupo de amigos salió al tema este concepto sobre el cual surgió una serie de comentarios y no hubo una conclusión precisa; me hicieron la sugerencia de tratarlo en mi columna, lo cual hago con gusto. Intentaré aportar elementos más precisos sobre el mismo.
De lo sublime a lo ridículo, media solo un paso. Anónimo.
El esoterismo es un conjunto de conocimientos ocultos a los sentidos. Proviene de la combinación de la raíz griega eso que significa lado interior con el sufijo -ismo que se define como los conocimientos enmarcados dentro de una serie de tradiciones, doctrinas, enseñanzas o ritos. Es también definido como una doctrina filosófica cuyo aprendizaje es accesible solamente a los iniciados, o sea, un compromiso a través de ritos o tradiciones de la doctrina; es sinónimo de algo oculto y misterioso porque antiguamente las enseñanzas eran transmitidas oralmente y solo para los iniciados manteniendo un secretismo. Se asocia las prácticas de magia, alquimia y astrología, a lo esotérico.
Antiguamente, el esoterismo, también llamado ocultismo, era asociado a la metafísica, que es el estudio más allá de lo físico, o sea, de la esencia, los principios y la razón del ser. Algunos de los metafísicos más conocidos son Platón, Pitágoras y Leonardo da Vinci.
Hoy en día el esoterismo y el ocultismo es asociado a lo psíquico que es todo lo desconocido relacionado con la mente y no relacionado con la razón ni la lógica.
Esoterismo (del griego [API /e’so:teros/]: «de dentro, interior, íntimo»; unido al sufijo «–ismo») es un término genérico usado para referirse al conjunto de conocimientos, doctrinas, enseñanzas, prácticas, ritos, técnicas o tradiciones de una corriente de pensamiento que utiliza secretos, símbolos incomprensibles o de difícil acceso y que se transmiten únicamente a una minoría selecta denominada iniciados, por lo que no son conocidos por los profanos. El esoterismo busca entender el mundo y al hombre a través de sus causas internas, a diferencia del conocimiento exotérico, que busca los efectos y las causas externas.
Por extensión, el esoterismo se refiere a toda doctrina que requiere un cierto grado de iniciación para estudiarla en su total profundidad. En contraste, el conocimiento exotérico es fácilmente accesible para el público común y se transmite libremente. En la Antigüedad, algunas escuelas cultivaban, junto a una doctrina accesible a todos, otras doctrinas ocultas, reservadas a los iniciados. En algunas culturas el saber era custodiado celosamente por castas sacerdotales y algunos conocimientos fueron solamente patrimonio de círculos restringidos. El problema de su transmisión a través de la historia ha dado lugar a tradiciones parciales o fundadas en otros contextos desligados de sus fi-
nes primordiales.
La esotérica era una de las formas en que en la Grecia antigua se administraba la enseñanza, que solo podía ser recibida en el interior de las escuelas, y que se oponía a la que se destinaba al público y era impartida al aire libre.
Los discípulos de Pitágoras se habrían dividido en exotéricos y esotéricos: los primeros eran simples aspirantes sin investiduras, los segundos estaban completamente iniciados en la doctrina real del maestro.
Para Platón y Aristóteles, los caracteres exotéricos o esotéricos se aplican solo a las doctrinas. Habría existido en Platón una doble filosofía: una accesible a todos, expuesta en sus diálogos, y otra más técnica, reservada sólo a los iniciados. Aristóteles divide sus obras en esotéricas o acroamáticas, y exotéricas. Los comentadores admiten que esta distinción no se basa en las cuestiones, ni en sus soluciones, sino en la forma y los procedimientos de exposición. En las obras exotéricas solo se dan los argumentos más claros y para las esotéricas se reservan los más oscuros y decisivos.
Sería semejante, pues, a los actuales y metódicos estudios científicos de las academias con relación a las divulgaciones que de tales disciplinas pueden hacerse. La idea de una doctrina misteriosa reservada a los iniciados se observa en numerosas sociedades tales como la Francmasonería.
Según René Guénon, todas las religiones poseen un núcleo esotérico, que por su complejidad simbólica permanece oculto para la mayoría de los creyentes, y el significado real de los rituales religiosos sería solo comprendido por los iniciados. En su obra La crisis del mundo moderno hace una fuerte crítica a las ciencias modernas que, al despreciar el saber esotérico, habrían caído en una suerte de cáscara o exoterismo que se limita solo al estudio de los fenómenos, pero desconocen lo que él llama la “verdad trascendente”. En el capítulo IV de su obra dice: “La ciencia profana, la de los modernos, puede ser considerada, a justo título, como un saber ignorante: saber de orden inferior, que se queda todo entero en el nivel de la realidad más baja, y saber ignorante de todo lo que le rebasa, ignorante de todo fin…” Aunque para las ciencias modernas el término esotérico tiene frecuentemente un carácter peyorativo, no es menos cierto que algunas ciencias se desarrollaron en parte del quehacer de las “prácticas tradicionales”. Así, la química debe parte de su desarrollo a la práctica de la alquimia, y la astronomía estuvo en sus inicios relacionada con la práctica de la astrología.
Los Grandes Iniciados Un estudio de la Historia Secreta de las Religiones (título original en francés Les Grands Initiés. Esquisse de l’histoire secrète des religions) es un libro, que data del año 1889, del escritor francés Édouard Schuré. Es considerada la obra maestra
de Schuré y ocupa un importante lugar den-
tro de la literatura esotérica.
En esta obra, se describe el camino seguido —según Schuré— por importantes fundadores de religiones milenarias y otros renombrados filósofos de la Antigüedad, llamados Iniciados, en la búsqueda del conocimiento esotérico, según fue entendido e interpretado por el escritor francés.
Los iniciados mencionados en la obra constituyen: Rama, Krishna, Hermes Trismegisto, Moisés, Orfeo, Pitágoras, Platón, Zoroastro, Jesucristo y Buda.
Los símbolos esotéricos se usan para abrir las puertas al mundo espiritual; es por eso que en la hechicería, la magia, y el ocultismo, se suelen emplear en rituales o simplemente como amuletos de protección. Los signos psíquicos son expresiones que encierran un significado bajo la forma de una imagen, concepto, o idea, exponiendo verdades en nociones muy distintas a las vislumbradas por muchas personas; sin embargo, en la misma medida que seamos reflexivos respecto a ellos, los dispondremos de la mejor manera a nuestro favor. Menciono algunos ejemplos, los
más comunes.
El círculo: es el gran símbolo del universo, y el más usado en el esoterismo; esta representación se cierra sobre sí misma, personificando la unidad, lo absoluto y la perfección. Es la relación del cielo con la tierra, de lo espiritual en correspondencia con lo material; asimismo, como símbolo de la eternidad, significa protección y energía psíquica.
La estrella de David: es uno de los símbolos más conocidos del judaísmo, no obstante, es muy popular por su uso en el arte esotérico, atribuyéndole un poder místico muy especial. A la estrella de David se le llama también Sello de Salomón, al mismo tiempo representa un eje de luz que irradia poder en la noche infinita; además, conjuga esperanza, equilibrio y orientación, representando un suplemento de las fuerzas contrarias y su avance.
El pentagrama: es una estrella con cinco puntas, que tiene varios significados; las puntas representan la cabeza, los brazos y las piernas, expresando la armonía, y el contenido tolerante que debe poseer el ser humano para ser la esencia de la vida. Igualmente, simboliza los cinco elementos de la naturaleza, éter, fuego, agua, aire, tierra; se utiliza en la magia blanca con la punta superior hacia arriba y en la magia negra con la punta dispuesta
hacia abajo
La Esvástica: es un símbolo solar, considerado como uno de los signos más antiguos de la humanidad; con lo cual, se ha encontrado en muchas culturas primitivas; asimismo, era utilizado hace miles de años, antes que Hitler diseñara la bandera nazi, manejándolo como emblema. Aunque cueste creerlo, es una figura que significa bienestar, salud, éxito y prosperidad; igualmente simboliza a los cuatro elementos; fuego, madera, agua y tierra, siendo un distintivo de protección con un po-der incalculable.
El triángulo: simboliza el cuerpo, alma, y voluntad divina; es el agua, el fuego
y la tierra.
La energía de los símbolos esotéricos siempre está ligada con su significado. Los misterios que encierran estas representaciones se asocian con una determinada forma que se relaciona con la espiritualidad, que por mucho tiempo ha estado presente en las creencias de cada persona.
¡Apreciables lectores, como siempre afirmo, mi punto de vista, es y será siempre, solo la vista de un punto! ¡Hasta pronto!
¡Es cuanto!

 

Fermín Villaseñor

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