La final capitalina ya comenzó a tener su polémica extracancha: los boletos para la vuelta del domingo.

Resulta que no pasaron ni tres horas de que los sacaron a la venta (ayer) cuando los boletos para el juego del domingo misteriosamente “ya se habían acabado”.

Si te metías a Ticketmaster te decía que no había entradas, que ya se habían acabado, y esto comenzó a desesperar a la afición americanista.

Resulta que Cancha Reforma consiguió la información de que la barra del América, La Monumental, hará hoy su desmother si no les venden boletos para el juego de vuelta.

“Te paso que a estos cuates, sino les venden boletos para el domingo, van a bloquear las entradas de La Noria y del hotel de concentración del Cruz Azul, allá en el Pedregal (es el Royal)”, me contó un Judas que tengo.

¿Es posible que los boletos se hayan acabado en 2 horas? No, ¿dónde están?, pues en manos de revendedores, más que obvio. Yo les hablo de los boletos para el domingo, no para este jueves.

Tan (ooobvio) no se han acabado, que se pueden conseguir por distintas formas.

Una de ésas es por medio de la tarjeta American Exprés, con el Concierge. En las tarjetas Oro, Platinum y Negra te dan el servicio de Concierge para comprar boletos de cualquier espectáculo en el mundo.

Un Judas que tengo en Monterrey llamó y esto fue lo que le dijeron: “No tenemos nosotros boletos directamente, pero tenemos nuestro proveedor secundario”… ¡Mooothers!

Le interesó y compró cuatro boletos para el domingo, claro, con un incremento increíble: de unos mil que costaba se le fueron a la yugular, pues los compró en 6 mil 800 cada uno.

Así es que, eso de que ya no hay, no es cierto. De que consigues, consigues.

PD: La mafia de la reventa por doquier.

¿Por qué salió?

A la final entre Cruz Azul y América le sobran ingredientes, y uno de ellos tiene nombre y apellido: Ricardo Peláez Linares.

El hoy flamante director deportivo de Cruz Azul puede cobrarse el trato que recibió en sus últimos días en Coapa, de donde no salió nada, pero naaada bien.

Peláez encontró el club en ruinas luego de la gestión de Michel Bauer y le devolvió el brillo a la institución y el protagonismo al equipo, al ganar dos ligas y dos Concachampions.

Peeero una mañana, a finales de abril del año pasado, al buen Ricardo se le ocurrió ventilar que saldría del América al finalizar el Clausura 2017, adelantándose a medio mundo, eso sí, con el deseo de ser campeón.

La noticia no cayó nada bien en Televisa y por eso Yon de Luisa acudió en su calidad de vicepresidente de Deportes de la empresa a hablar con Peláez en las instalaciones de Coapa.

Aquella mañana del 28 de abril de 2017 el ambiente estuvo más tenso de lo usual en el Club América, con gritos y toda la cosa. La situación se puso tan, pero taaan caliente que uno de los involucrados le dio de cabezazos en el pecho a otro. Así de violento estuvo el asunto.

Minutos después, Yon de Luisa salió a anunciar el cese de Peláez, quien ni adiós pudo decir y salió por la puerta de atrás, cerrándose un montón de puertas, entre ellas la posibilidad de regresar a la dirección de Selecciones Nacionales tras la baja de Santiago Baños.

Pero miren las vueltas que da la vida. Un año y medio después tiene la oportunidad de quedar campeón con un Cruz Azul que tiene 21 años de no serlo y ante el equipo que lo cesó el año pasado.

Podrá haber salido por una bronca, pero nadie en México puede negar que Peláez Linares como directivo ha sido exitoso.

PD: les caiga bien o no, los números hablan solos.

Águilas calientes

Los que andan en un plan relajado y disfrutando de la vida en medio de todo el frenesí que provocará la final del Apertura 2018, son los jugadores del América.

La motheriza que le propinaron a los Pumas les subió el ánimo y los dejó a punto para verse las caras con Cruz Azul, al que -créanme- le traen bastantes ganas, y no sólo por lo que significaría ganarles otro título en el Estadio Azteca.

Ayer que me di una vuelta por el Nido de Coapa me topé con mi Judas Águila y me contó que algunos jugadores ya se estaban frotando las manos luego de las declaraciones de Rafael Bacca y Roberto Alvarado y su obsesiva fijación de querer al América en la final, cuando todavía ni siquiera habían jugado las semifinales ante Rayados.

Para no hacerles el cuento más largo, ayer después de que América se devoró a los Pumas, uno de estos jugadores, que por cierto es extranjero y juega en el mediocampo, clarito mencionó: “Cruz Azul debería tener cuidado con lo que desea”.

Y todo porque al interior del equipo les da la impresión de que los jugadores de La Máquina andan arriba de un tabique.

Ya veremos cómo termina esto, pero les aseguró que ya se tornó muy, pero muy personal.