Pachuca ha tenido binomios productivos a lo largo de su historia, pero quizá ninguno tan letal como que el formaron los argentinos Alejandro Glaría y Pablo Hernán Gómez.
Ambos fueron pilares en la liguilla del Invierno 1999 con sus goles, el primero marcó seis y el Hueso rubricó el título con tres ante la Máquina.
La imagen de Glaría llevándose las manos a la cara en señal de incredulidad luego del remate poco ortodoxo con el que venció a Óscar Pérez sigue en la memoria de los aficionados blanquiazules.
“Con el tiempo te das cuenta de la magnitud de lo que has conseguido. Después de tantos años se va disfrutando mucho más, pero es con el tiempo que te das cuenta de ese logro (el gol de oro)”, comentó el atacante a principios del año a un récord.
Por su parte, Hernán Gómez se caracterizó por su habilidad en las bandas y su aporte no solo fue con goles, sino también asistió a sus delanteros.
El Hueso solo estuvo tres torneos en la Bella Airosa y marcó 15 tantos, mientras que Pablito sumó 19 goles, hasta aquel lamentable accidente que le arrebató la vida, en el 20 de enero de 2001.
Alejandro Velázquez
Pachuca