Dentro de todo el ruido que han hecho las últimas contrataciones del futbol mexicano, entre las cuales destaca la de Nico Castillo, jugador que procede del Benfica, y que anteriormente había jugado con Pumas, donde lo hizo bastante bien, es curioso que en el Benfica, un equipo potencialmente importante de la Liga de Portugal, que pelea el liderato con el Porto, Nico había sido banca, no había metido goles, había jugado pocos partidos.
Finalmente estaba la decisión de Turquía o México y se decidió por México, y jugará con el América, que tendrá a un killer dentro del área, porque es muy buen rematador con la cabeza, le pega con la derecha, no es muy hábil con el balón, pero es un hombre que sabe jugar perfectamente lo que es el puesto de centro delantero, es una buena contratación y con eso me imagino que el América redondea el plantel y se coloca como uno de los favoritos para ganar el título, pero muy cerca, casi igual o más que el Monterrey.
Un equipo que se armó hasta los dientes, seguirá siendo un buen equipo, igual que lo seguirá haciendo Tigres, Pumas quizá no tanto porque difícilmente iba a repetir la temporada que tuvo con David Patiño, porque cambió de técnico por Bruno Marioni; pero llegar a 30 puntos y eliminar a Tigres en la liguilla, no es cosa fácil, y lo hizo Patiño.
Y ahora que recordamos a jugadores de antaño, recordamos con afecto a Pablo Larios, que tuvimos ocasión de seguir mucho su carrera, cuando jugó con el Puebla que fue campeón, con aquel equipo de Manolo Lapuente que tenía a Aravena, a Poblete, a Marcelino, a Chepo de la Torre, a Ruiz Esparza, muy buenos jugadores y Larios era el portero, era un portero audaz, valiente, que manejaba muy bien el área, que salía, volaba por los aires y atrapaba la pelota, delgado él.
Lo seguimos con la Selección Nacional en 1986, cuando fue portero titular, hizo lo mismo: jugaba bien el área, volaba en los centros, era un buen jugador, lo convocó al 86 y lo llevó al Mundial de titular, Larios era un chico muy querido en Zacatepec, ahí inició su carrera, después brincó a Cruz Azul, donde jugó también, al Puebla donde fue campeón, y terminó en Toros Neza, con aquel equipo colorido de Toros Neza, de Mohamed, Arangio, Larios, Pony Ruiz, Memo Vázquez, un equipo simpático que jugaba muy bien al futbol.
Larios era inamovible, se retiró y como muchos jugadores, el futbol se olvida de ellos y ellos se olvidan del futbol, y siguen otro tipo de carreras; él era frágil, pero volaba como mosca, era impresionante, era muy seguro a la hora de tomar el balón con las manos, fallaba en algunas ocasiones, pero muy pocas.
Campos lo admiraba mucho porque le heredó mucho o le aprendió mucho a Larios, sobre todo el manejo de la pelota con los pies, el manejo del área, salidas, siendo más completo Campos.
Trágicamente murió la madrugada del ayer, producto de un problema cardiaco, respiratorio; en alguna ocasión, después de que vivió en Puebla, se dedicó a la fabricación de uniformes de seguridad; la mayoría de los jugadores cuando terminan, no tienen una carrera, un negocio, no han guardado dinero, lo han gastado demasiado, se han equivocado.
Se le ha muerto un hijo, había entrado en una depresión muy seria y posiblemente el exceso de adicciones lastimaron su rostro y ahora su estómago sufrió un accidente y le produjo un paro respiratorio que le llevó a la muerte. Es una pena, fue un gran futbolista, una gran portero y era uno de los jugadores de la Selección Nacional.