Durante un amistoso contra la selección de Catar, un jugador de Nueva Zelanda fue objeto de insultos racistas por parte de uno de sus contrincantes, por lo que el resto de los futbolistas, en respaldo de su compañero, decidieron no salir a la cancha para jugar el segundo tiempo.
De acuerdo con medios internacionales, Michael Boxall, defensa de los All Whites, recibió insultos racistas por parte de los cataríes, además de que el resto de los seleccionados reclamaron que el árbitro no se percató de este suceso ni trató de aplicar alguna sanción.
“Nuestro jugador recibió insultos en la primera parte del partido por parte de un jugador de Catar. El árbitro no tomó alguna medida, por lo que el equipo estuvo de acuerdo en no volver para la segunda mitad”, dio a conocer la Asociación de Futbol de Nueva Zelanda en su cuenta de Twitter.
Por otro lado, Carlos Queiroz, entrenador del cuadro de Medio Oriente, mencionó que dos contrincantes “intercambiaron palabras en la cancha” y que fue el capitán de los Kiwis el que le dio a conocer que no se presentarían en el tiempo complementario.
Derivado de ello, el timonel portugués aseveró que dejará que la FIFA investigue el incidente y que aplique las sanciones pertinentes, por lo ocurrido en el duelo ante Nueva Zelanda.
La selección de Catar es uno de los equipos invitados a participar en la Copa Oro de la Concacaf, la cual se enfrentará a su similar de Haití en su debut este domingo 26 de junio y se prevé que se enfrente a México el 2 de junio, como parte de las actividades del grupo B, que, además, comparte sitio con Honduras.
Redacción web
