José Saturnino Cardozo madrugó este miércoles, junto a las Chivas, para dirigir su segundo entrenamiento y dedicó la última hora a insistir en que sus jugadores entiendan la forma de juego que pretende durante su gestión.
Citados desde las 8:00 horas, ya en la cancha, el pastor guaraní fue detallista con sus jugadores, sobre todo para el traslado de balón en línea defensiva, en los movimientos de recorrido y también en lo que pretende de sus dos delanteros para superar marcas con superioridad numérica del rival.
Se mostró paciente. Alentaba cuando algún ejercicio salía como lo pretendía, y cuando no sucedía así, lo volvía a explicar, sin aspavientos ni gesticulaciones excesivas.
A un grupo que estaba acostumbrado a trabajar bajo otro estilo en los últimos dos años y 8 meses, el nuevo timonel de Chivas demostró que su intención es ganárselo poco a poco, pero sólo con sus conceptos de futbol, antes que con largos discursos.
Aun así el paraguayo se tomó tiempo para dialogar mucho con el juvenil Jesús Godínez, en quien ve a un potencial referente de área para el futuro.
También tuvo charlas breves con Isaac el Conejito Brizuela, quien fue su jugador en Toluca anteriormente.
La práctica fue observada a la distancia, y a un costado del campo, por José Luis Higuera, director ejecutivo de Chivas y Omnilife.
Al finalizar el entrenamiento, los jugadores pasaron al comedor para desayunar y luego tomar el autobús que los llevaría a Mazamitla, Jalisco, uno de los pueblos mágicos del estado, donde trabajarán 9 días en un hotel de cabañas que cuenta con una cancha para practicar más futbol pero, ahora, en la altura.
Ramón Estrada I Agencia Reforma