Suiza llegó al estadio de San Petersburgo con una idea en la cabeza, ser el equipo sorpresa del Mundial; sin embargo, la sorpresa se la llevó el equipo helvético al verse sin armas para afrontar la defensiva sueca y no resistir más allá de 66 minutos.

“Sí pensábamos que se podía hablar más de Suiza de lo que se ha hablado en los últimos mundiales, teníamos la confianza de superar esa barrera de la primera ronda de eliminación, pero no encontramos la manera. Fue un partido de mucho equilibrio y una jugada nos acabó”, expresó Granit Xhaka.

Es lamentable que termine esta historia así, había muchos deseos de superar esta fase y no tener que sumar otra eliminación en octavos, ya son dos veces que nos quedamos en
esta fase”.

Suiza mordió el polvo en octavos hace cuatro años, en tiempo extra con Argentina, y en el 2010 ni siquiera superó la fase de grupos.

“Con esto no se puede decir que hemos hecho un buen torneo, el reto era mejorar y dejar una mejor impresión, pero nos queda la molestia de no haber sido más atrevidos en este partido, teníamos una buena organización atrás pero nos faltó crear oportunidades para anotar”, agregó.

El jugador del Arsenal dijo que como un modo de consuelo Suiza debe reponerse pronto para encarar la Liga de Naciones, de reciente creación, porque no falta mucho para esa competencia.

Homero Echeverría I Agencia Reforma