Hace ocho años, Carlos Queiroz perdía al frente de Portugal contra España en el Mundial de Sudáfrica, ahora con Irán buscará el miércoles una revancha en la Copa del Mundo de Rusia.

El seleccionador portugués de Irán probablemente todavía tenga en la memoria la aciaga noche del 29 de junio de 2010 cuando un gol de David Villa dio el pase a la Roja a los cuartos de final del torneo mundialista.

Poco después, el técnico, de 65 años, era destituido y al año siguiente tomaba las riendas de la selección iraní, a la que dio estabilidad y ha convertido en una potencia de la Confederación Asiática.

“Irán es el mejor equipo de Asia de largo en los últimos seis años”, aseguraba el depuesto seleccionador español Julen Lopetegui, sobre su rival del grupo B mundialista.

Lopetegui, destituido la pasada semana apenas a dos días del inicio del Mundial, recordaba lo que había sufrido Argentina para ganarle 1-0 en el Mundial de Brasil 2014 con un solitario gol de Leo Messi en el descuento (90+1).

Queiroz, que fuera entrenador del Real Madrid, ha sabido armar un grupo sólido, que basa su juego en una defensa férrea con salidas rápidas al contragolpe y la vista puesta en su estrella, el joven  Sardar Azmoun.

“Está mejorando todo el tiempo. Tiene que mantener los pies en el suelo, trabajar y tomar las decisiones correctas. Y si es así, podría ser una verdadera estrella del futbol iraní y asiático en los próximos años”, considera Queiroz.

Gabriel Rubio Girón I AFP