Un equipo puso el ritmo y se apoderó del balón y otro hizo los goles.

El Chelsea quiso verse como dominador en la visita al Manchester City en la Premier League; atacó desde el arranque, movió el esférico de medio campo hacia adelante; incluso, se fue arriba en el marcador, pero se topó con la derrota 2-1.

Dos descolgadas de los Citizens sentenciaron el partido. La primera quizá cuando ni ellos se lo imaginaban. Al minuto 28, cuando ya iban abajo en el marcador, Kevin de Bruyne disparó por el centro del área y contó con la fortuna de que el zaguero Kurt Zouma desvió el balón y le cambió la trayectoria al movimiento que hizo su portero Kepa Arrizabalaga.

Ahí despertó el City, porque antes Chelsea impuso las condiciones, sobre todo con el tanto del francés N’Golo Kanté, al 21’, ante un servicio preciso y filtrado de Mateo Kovacic. Kanté le ganó a la marca de su compatriota Benjamin Mendy y fusiló a Ederson.

Pero vino el empate en el desvío de Zouma y luego, al 37’, llegó la otra bofetada del City.

Ryad Mahrez hizo faena por derecha, se internó al área y venció a Kepa, al pasar el balón por entre las piernas del defensa Fikayo Tomori.

Todavía Sergio Agüero tuvo una ocasión más para el equipo de Pep Guardiola, cuando Kepa rechazó al centro y le cayó al argentino, quien disparó de primera y estampó el balón en el larguero.

Kepa sacó otro probable gol en el segundo tiempo, al desviar con las uñas un tiro de Mahrez.

Chelsea perdió la brújula en el complemento y ya no supo reaccionar en gran medida por las imprecisiones de Willian en el ataque.

Y en el cierre, al 93’, Raheem Sterling, que había estado desaparecido todo el juego, aprovechó un rebote y marcó su gol, pero fue invalidado por el VAR por fuera de lugar.

Staff I Agencia Reforma