El Real Madrid consiguió una goleada balsámica ayer en el estreno del argentino Santiago Solari en el banquillo, al imponerse 4-0 en Melilla (segunda división) en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
En Melilla, el francés Karim Benzema abrió el marcador (23), antes de que Marco Asensio rematara en el punto de penal un pase del brasileño Vinicius para hacer el 2-0 (45+1) y Álvaro Odriozola hiciera el 3-0 (79), mientras que Cristo González rubricó en los últimos instantes el 4-0 (90+2).
La victoria, en el primer partido de Santiago Solari como entrenador provisional tras la destitución de Julen Lopetegui, trae algo de tranquilidad a un Real Madrid que llegaba sacudido por la goleada 5-1 sufrida el domingo ante el Barcelona en liga.
“Me parece que el equipo jugó con alegría, ilusión, con compromiso. El resultado es fruto de esto”, dijo el técnico argentino tras el partido.
Solari, entrenador hasta ahora del filial blanco, no tuvo reparos en alinear a canteranos y no dudó, en titularizar a Vinicius, una de las grandes apuestas blancas, que apenas había tenido minutos con Lopetegui.
En su primer partido oficial como titular, el brasileño fue un dolor de cabeza para el rival por su banda izquierda, desde donde dio el paso de la muerte a Asensio en el segundo tanto visitante y estrelló un balón en el larguero (72).
“Poco a poco va a ir creciendo y madurando, el talento lo vemos todos, pero seguramente que el futbol lo componen más cosas”, dijo Solari de la perla brasileña.
La victoria da tranquilidad a un conjunto merengue, que confiaba en este encuentro para empezar a remontar su mal momento y supone un buen paso para el Indiecito, que dispone de dos semanas para intentar demostrar que puede quedarse como entrenador hasta final de temporada.
AFP I Madrid