La tarde de ayer, en el libramiento a Tepatece, hacia El Mexe, una camioneta Pick Up de doble cabina con cuatro tripulantes vigilaba la llegada y salida de automóviles que se dirigían a la presentación del programa de Universidades para el Bienestar Benito Juárez García.
En el pasado, los expresidentes arribaron a Hidalgo con elementos del Ejército Mexicano y las policías Federal y Estatal; sin embargo, Andrés Manuel López Obrador llegó con un grupo de su ayudantía.
Más o menos un kilómetro más adelante, camionetas de redilas, de carga, vans, autobuses, automóviles y demás vehículos se concentraron en el sitio sin pasar por filtros de seguridad; algunos también llegaron a pie.
Antes de que una pared blanca anunciara que ahí comenzaban las instalaciones de la Universidad Politécnica Francisco I. Madero (UPIFM), un grupo de 10 policías estatales vigilaba a los asistentes, pero no cuestionaban ni revisaban a los individuos a su paso.
Las puertas de la casa de estudio se abrieron para todo público. Quizá ni siquiera en un día normal de clases ha habido esa facilidad de acceso.
A diferencia de otras visitas presidenciales, los miembros de la prensa ingresaron fácilmente con sus acreditaciones.
Lo más complicado fue que la gente permitiera el paso, pues querían estar en primera fila para entregarle al tabasqueño cartas con infinidad de peticiones, saludarlo o tomarse una fotografía.
AMLO ha señalado que la falta de efectivos de seguridad se debe a la confianza que tiene de que el pueblo mexicano lo cuidará.
Giovanny Flores I Pachuca