Pese a algunos avances, en México persiste la crisis en el sistema penitenciario, advirtió la tercera visitadora general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Ruth Villanueva.

El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2017, presentado ayer por a funcionaria, muestra que la calificación de los penales de 16 estados empeoró respecto del año anterior.

Incluso, siete entidades que ya estaban entre las 10 con las más bajas calificaciones (en una escala de 0 a 10), cayeron aún más. Se trata de Sinaloa, que pasó de 5.88 a 5.64; Zacatecas, de 6.03 a 5.52; Baja California Sur, de 5.75 a 5.09; Nuevo León, de 5.46 a 5.02; Tamaulipas, de 4.95 a 4.71, Guerrero, de 4.39 a 4.22, y Nayarit, de 4.37 a 4.15.

Los otros estados con penales calificados a la baja fueron Guanajuato (aunque su promedio es el más alto del país), Aguascalientes, Chihuahua, Tlaxcala, Jalisco, Yucatán, Puebla, Estado de México y Veracruz.

Villanueva reconoció que en los centros federales la sobrepoblación carcelaria ya no es un problema; sin embargo, señaló que ni a nivel federal, estatal o municipal se garantizan sus derechos a los internos.

“Nadie en su sano juicio pudiera pensar que tenemos un buen sistema penitenciario; no hay buen sistema penitenciario, y eso se tiene que decir.

“Sí estamos en crisis, sí hay una gran problemática, sí nos encontramos ante diferentes hechos violentos”, advirtió.

Para realizar el diagnóstico, la CNDH visitó 19 centros varoniles, femeniles y mixtos de los tres niveles de gobierno, así como tres prisiones militares, en los que había 161 mil 855 internos.

Según el estudio, 10 entidades obtuvieron menos de 6 de calificación, mientras que sólo dos –Guanajuato y Querétaro–, fueron calificadas con más de 8.

Los tres estados con las prisiones peor calificadas fueron Nayarit, Guerrero y Tamaulipas, con 4.15, 4.22 y 4.71, respectivamente.

Sobrepoblación, hacinamiento, autogobierno, mala alimentación, falta de normatividad, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, actividades ilícitas dentro de la prisión, mala atención para ancianos, mujeres y niños que viven con ellas, fueron algunas de las fallas detectadas.

Nayarit también cuenta con las tres prisiones municipales peor evaluadas del país: Acaponeta, con 1.62; Rosamorada, 1.67, y San Blas, con 1.86.

“El problema está en que el sistema penitenciario se dejó mucho tiempo en descuido, ahora se tiene que retomar dentro de un sistema nuevo de justicia penal”, consideró Villanueva.

Sobre las prisiones femeniles, lamentó que sólo haya en 17 estados, cuando se requiere por lo menos, dijo, una por entidad.

César Martínez
Agencia Reforma