El organismo civil Avaaz lanzó ayer una campaña para exponer a los siete cabilderos más influyentes de la industria de los combustibles fósiles, a fin de contrarrestar sus intentos para descarrilar los acuerdos de la cumbre climática de París. 

La campaña consiste en la difusión de afiches en las vías públicas de París, donde se celebra la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), con los nombres y las fotos de los cabilderos en cuestión, así como con información sobre sus actividades, bajo el lema “Se Busca”.
La campaña contra los siete cabilderos, con probados vínculos con la industria de los combustibles fósiles, tiene la intención de exponer y avergonzar frente a la opinión pública a individuos considerados por Avaaz como “criminales climáticos”.
Además de fijar en la vía pública los afiches de los cabilderos, activistas de Avaaz también entregan en sitios públicos de París la información a los ciudadanos a fin de que prevengan a sus líderes de gobierno sobre la actividad de
estos individuos.
“Estos cabilderos han venido a París para sabotear un acuerdo global para una ambiciosa acción sobre el clima, pese a que más de 3.6 millones de ciudadanos en el mundo están pidiendo energía 100 por ciento limpia”, dijo Emma Ruby-Sachs, directora ejecutiva en funciones de Avaaz.
Añadió que los funcionarios de gobiernos deben “escuchar a sus pueblos, no a los contaminadores, y rechazar reuniones con criminales climáticos que buscan descarrilar un acuerdo que todo el mundo quiere”.
Avaaz apuntó que cada uno de los siete cabilderos incluidos en la campaña es famoso por buscar acuerdos secretos para detener la transición hacia energías limpias y por promover los intereses de la industria de los combustibles fósiles.
Resaltó que algunos de estos cabilderos han recurrido al acoso de científicos que revelan la gravedad del cambio climático, incluso con llamados a que estos expertos sean “flagelados públicamente”.
Los cabilderos en cuestión son Benjamin Sporton, director de la Asociación Mundial del Carbón; Fiona Wild, representante del gigante minero BHP Billiton; y Marc Morano, que se destaca por hacer públicos los correos electrónicos de científicos para exponerlos a mensajes de odio.
Además: Myron Ebell, director del Instituto de Empresas Competitivas, conocido por recibir dinero de la petrolera ExxonMobil; y Chris Horner, financiado por la industria de carbón, y que es conocido por acosar a científicos para obtener sus correos electrónicos.
También Bjorn Lomborg, previamente financiado por los multimillonarios hermanos Koch; y James Taylor, que trabaja para el Instituto Heartland, que niega la existencia del cambio climático.