El portavoz de la Policía local, Walid al-Urfi, informó que el vehículo cargado de explosivos detonó en el estacionamiento del Hospital Jalaa, que se encuentra en pleno centro de Bengasi, en momentos en que había niños que habían concluido sus clases del día.
Al-Urfi dijo que el coche bomba fue detonado por control remoto y que por ahora ningún grupo se ha responsabilizado del ataque, según reporte de la cadena árabe Al Arabiya.
Mohammed Zwai, funcionario del hospital, confirmó la muerte de los tres niños y destacó que es muy probable que la cifra de muertos aumente, ya que varios de los heridos permanecen en estado crítico.
Bengasi, la segunda ciudad de Libia, ha sido escenario de más de dos años de combates entre las fuerzas leales al renegado comandante militar Khalifa Hifter y militantes islámicos, incluida un célula filial del grupo extremista Estado Islámico (EI).
Bengasi sufre desde el jueves pasado un repunte de la violencia que ha costado la vida de cerca de medio centenar de personas por enfrentamientos armados entre las fuerzas leales a Hifter y militantes islámicos, que han sido expulsados de su bastión clave en la ciudad.
Fuentes de las milicias islamistas “Majlis al Shura” y “Zawra Bengasi”, afines al antiguo gobierno de Muammar Gadafi, denunciaron que al menos 39 soldados de Hafter y nueve milicianos murieron en los tres días de combates del fin de semana.
Los combates se agudizaron la víspera después de que cazabombarderos de Hafter bombardearan un edificio civil en el barrio de Ganfuda, provocando la muerte de al menos una personas e hirieran a cinco miembros de su familia.
Desde el levantamiento de 2011 que derrocó y causó la muerte del dictador Muammar Gadafi, el Estado de Libia, ha permanecido
sumida en conflicto y serias diferencia entre parlamentos rivales y de los gobiernos emergentes en el este y oeste del país.
Aunado a esto, el país vive en caso por las aparición de la filial de EI en el país, ubicado, en el norte de África, que se enfrenta a la fuerzas leales al gobierno de Trípoli.
