Tras los linchamientos registrados en Metepec y Santa María Asunción, donde murieron cuatro hombres y tres más sufrieron lesiones que pusieron en peligro su vida, el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, hizo un llamado para proclamar la paz, pedir respeto a la integridad del ser humano y advertir que “la violencia no se acaba con más violencia”.
La arquidiócesis tulancinguense, a través de un comunicado, informó que el lunes pasado, en Metepec, durante su octava visita pastoral del año, el religioso reprobó los hechos violentos que han cobrado la vida de personas en Hidalgo y estados vecinos, como Puebla, donde la gente ha hecho justicia por su propia mano.
La misiva señala que monseñor Domingo Díaz dijo que, si bien el pueblo ha perdido la paciencia ante la corrupción y falta de justicia, “no debe irse al extremo, más bien debe exigir a las autoridades una mejor seguridad por el bien de unos y otros”.
Ante cien agentes de pastoral, el jerarca católico sentenció que las personas no se deben matar entre ellas.
“Nadie tiene permiso de quitarle la vida a otro, por mucho mal que haga. Nadie tiene derecho de quitar la vida a alguien más, por mucha ambición que tenga o necesidad, o por muy indefenso que se el otro individuo”, dijo.
Alrededor de 150 asistentes recibieron al arzobispo en la parroquia de El Señor de Metepec para iniciar la visita pastoral en la diócesis, luego de la que llevó a cabo el mes pasado en Huauchinango (Puebla) y previo a la que realizará en Huitzila, comunidad de Tizayuca, en noviembre próximo.
La máxima autoridad de la Provincia Eclesiástica de Hidalgo, la cual abarca municipios de la sierra norte de Puebla y dos del estado de Veracruz, también bendijo las instalaciones del Hospital Rural número 23 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde agradeció al personal su servicio en atención de enfermos y lo conminó a brindar esperanza a quienes se encuentran hospitalizados.
María Antonieta Islas
Metepec