Incrustado entre una compuerta de un canal de aguas negras, quedó el cadáver de un señor que se encontraba en calidad de desaparecido desde el martes pasado, en la región del Valle de Tula.

Más de 13 kilómetros recorrió el cuerpo de un sexagenario que horas antes cayó accidentalmente en su vehículo a las fétidas aguas del río Requena, a la altura de la comunidad San Miguel Vindhó.

Minutos antes de las 11 horas de ayer un pastor se llevó el susto de su vida, pues a tres kilómetros de la carretera que va a Tula, en un brazo del río Requena, halló el cuerpo sin vida de un hombre, a la altura de Tlahuelilpan.

Por horas el cadáver del desventurado hombre permaneció atorado en una canaleta de riego, hasta que el poblador lo vio.

Cuerpos de emergencia de Tlaxcoapan dieron fe del cuerpo de Evodio Escobar, de 60 años de edad, quien tripulaba el vehículo Volkswagen que la mañana de antier cayó al canal de aguas negras en San Miguel Vindhó; fue ubicado en una canaleta del ejido de Tlahuelilpan.

Evodio “N” trabajaba como policía bancario en la Planta Tratadora de Aguas Residuales (PTAR) y era vecino de la comunidad de Mangas en Tezontepec de Aldama. El cuerpo fue hallado en una zanja de riego.

Antier los cuerpos de rescate laboraron por horas para rescatar el cuerpo sin vida de su acompañante, quien se presume conducía el vocho, cuando este cayó al río. Ambos perdieron la vida ahogados en las pútridas aguas.