Una tragedia impactó a la comunidad de influencers y seguidores en redes sociales cuando Theresa Cachuela, una popular influencer de 33 años conocida como Bunny Bontiti, fue asesinada frente a su hija en el estacionamiento del segundo centro comercial más importante de Honolulu, Hawaii. El presunto responsable, Jason Cachuela, su exesposo de 44 años, se suicidó horas después.
El suceso ocurrió cuando Jason se presentó frente a Theresa y, sin mediar palabra, le disparó en la cabeza, causándole heridas fatales. La pequeña hija de la pareja, de apenas 6 años, fue testigo directo del horror y relató los escalofriantes detalles a la policía que llegó rápidamente al lugar.
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Theresa Cachuela había logrado una importante base de seguidores en Instagram, donde compartía contenido promocional de marcas de cosméticos y diverso material de su vida diaria.
Detrás de la fachada de la fama digital, se escondía un historial de violencia familiar protagonizado por Jason, quien, según informes, la había amenazado en repetidas ocasiones. El 8 de diciembre, Theresa obtuvo una orden de alejamiento contra él, después de que amenazara con suicidarse si persistía en la separación.
En un intento de prevenir la tragedia, la Policía de Hawaii confiscó cinco armas de fuego registradas a nombre de Jason ese mismo día. Sin embargo, un juez local permitió más tarde que retuviera las armas, a pesar del claro riesgo que representaba tanto para él como para los demás.
La madre de la influencer, Lucita Ani-Nihoa, compartió su dolor en una declaración a Hawaii News Now: “Su hija más pequeña fue la que vio todo, trágicamente. Está traumatizada. Ella tiene mucha fe, esta pequeña niña. Después del tiroteo, solo comenzó a rezar”.
Redacción
