Esta semana a Amalia la visitaron unas personas que decían iban con la candidata por su región; todos jóvenes le preguntaban sus necesidades y le aseguraban que, si votaba por la candidata, iba a tener todo lo que pedía y que tanto necesitaba. Estuvieron a las puertas de su casa tan sólo unos minutos y le dejaron un montón de papelitos con la foto de una mujer muy arreglada, ¿quién sabe quién será? Porque nunca antes la vio.
Amalia pensaba que esas necesidades las había tenido siempre, casi desde niña; es más, piensa que sus padres también las tuvieron y nadie les había resuelto: trabajo, seguridad, salud, apoyos para sus hijos y nietos, y quizá hasta poder tener una casita chiquita, esas que da el gobierno, en la que no se mojen cuando llueva, o estén calientitos cuando haga frío.
Pero no, jamás nadie le ha dado esas cosas aparentemente tan básicas para muchos y tan lejanas para otros, e inalcanzables para ella durante toda su vida y la vida de sus hijos; entonces, ¿porqué ahora sí creer?, ¿cómo confiar en quien siempre te ha fallado?
Entre vecinos comentan lo mismo, gente de otras calles, colonias, incluso municipios, ¿qué hace diferentes a estos candidatos de aquellos por los que se ha votado y no han cumplido ni una sola de sus promesas?
Los diferentes actos de campaña a los que han asistido miles de hidalguenses en pobreza y marginación no han sido escuchados ni tomados en cuenta en el momento de llevar a cabo acciones de gobierno, ni tampoco lo serán cuando acudan a los cierres masivos en los que se deja sentir la fuerza el brazo opresor que dejará ver su impulso a que voten por aquellos que no quieren perder su poder.
Comienza una cuenta regresiva de 25 días en los que las campañas apresurarán su paso, las visitas a estados serán más rápidas y frecuentes, y seguramente se echará la casa por la ventana en esta elección que para algunos será histórica y para otros tan sólo una más de otras que han tenido por años y con ellas nuevamente sus esperanzas puestas en gente extraña, tan amable ahora y tan indiferente y olvidadiza después.
Lo curioso es que esos candidatos, personajes iluminados que por años no miraban a las personas a su alrededor, ahora se dignan a saludarlos y piensan que con ello ya se los ganaron. ¿Los creen pendejos?
Total que hay en juego cientos de cargos federales y estatales, pero de todos esos ninguno involucra a los ciudadanos, esos que a diario se chingan para ganarse el sustento y que a la hora de la verdad, gane quien gane, esos ciudadanos jodidos nunca recibirán los beneficios del voto.
En Hidalgo alrededor del 50% de su población se encuentra en pobreza de acuerdo con datos del Coneval, de los cuales 8% están en pobreza, extrema, y de esos, algunos tienen carencias en cuanto a alimentación, salud, vivienda e ingresos fijos. Algunos de ellos, con la mira puesta en Estados Unidos u otros países donde no falte lo que aquí.
Amalia les dice a sus hijos que quizá vote por ellos, por esos que fueron a prometerle que ahora sí van a estar mejor, y les dice “más vale malo por conocido”, total, ya no podemos estar peor.

PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS
Y también comienza la cuenta regresiva para que inicie el Mundial de Fútbol en Rusia, un país tan lejano al que muy pocos mexicanos tendrán la oportunidad de viajar para apoyar a la selección, claro, a menos que sean gobernadores, presidentes municipales, funcionarios de gobierno y las familias de éstos, quienes nos han demostrado en eventos deportivos internacionales anteriores que no hay dinero que valga para salir del país y sentirse más mexicanos que nunca, a pesar de utilizar recursos ajenos.