Dentro de la agenda política de todos los aspirantes a ganar el voto popular en los próximos comicios del mes de junio, obligatoriamente debe de estar el de la seguridad pública. En los últimos meses en Hidalgo y principalmente en Pachuca, se incrementado la inseguridad pública con tintes demasiado alarmantes jamás antes vistos.

Los pillos, trabajan a sus anchas y sin recato alguno. Anteriormente su horario era noctambulo. Esa modalidad ya cambio, porque hoy atacan de día, de tarde, de noche y de madrugada.

En el fraccionamiento Villa del Álamo, la noche era fría pero apacible, son los últimos días del 2015. De momento en la calle se escucha la llegada de una camioneta, su ruido “carcachón” hace levantarse de su sofá a un ciudadano común. Se asoma por la ventana de su segundo piso y ve claramente como un trio de pillos, con marros y fuerte herramienta rompen la seguridad de la casa de junto.

Alarmado, por lo que está presenciando ve como estos malos ciudadanos, irrumpen la casa de una doctora que jamás está, porque, dicho domicilio lo ocupa simplemente de “recreación” y nada más, nunca esta y ese día no será la excepción.

Tomó, el teléfono y llama de inmediato a la súper línea del 066. Y, aquí es donde viene lo bueno. Después de preguntarle sus “generales, coroneles y sargentos”, le preguntaron cuál era su emergencia.

Nuevamente tuvo que dar una serie de datos y explicaciones, -que si tenía perros, amantes, cuentas de banco y que si estaba de acuerdo con la política internacional y el calentamiento global-. Y, mientras tanto los sagaces de lo ajeno se daban “vuelo” con las pertenencias de la doctorcita.

Finalmente le digo la operadora – no se preocupe “buen hombre”, una unidad misma que será conducida por dos honestos servidores de la justicia, representantes de la ley, debidamente capacitados y entrenados para salvaguardar su seguridad y la de todos los ciudadanos de esta apacible entidad federativa conocida como Hidalgo, van para allá, mientras tanto guarde la calma tómese un “tecito” de tila y muerda un “bolillito”, le agradecemos su preferencia y por favor antes de colgar le haré una pequeña encuesta para controles de “calidad”-.

La policía llego sí, pero después de 25 minutos de larga espera. Los avispados maleantes escucharon la sirena de los “azulejos” y como si los estuvieran esperando emprendieron la graciosa huida, eso sí, cargados de “lindos regalos”.

Nuestro vecino sigue expectante, y ve claramente como ambas unidades se cruzan. Pero, lo más cómico de esta pequeña historia está por venir. Policías del Municipio de Mineral de la Reforma se apean llevan consigo unas “chamarrotas” que a nuestro protagonista anónimo le recuerdan al célebre “Clavillazo”. Entran al domicilio violado y al pasar unos minutos los mismos elementos salen del mismo, sólo qué ahora sus “chamarrotas” van literalmente “infladas” suben a su patrulla y repiten la misma acción en varias ocasiones.

Ese “buen hombre”, tal como le dijo la amable operadora del 066, se quedó más que atónito y se preguntó sin poder responder  ¿y ahora, a quién le pido ayuda, a quién le llamo?

Esta historia se está repitiendo una y otra vez en la capital del Estado de Hidalgo y municipios conurbados y ninguno de los tantos flamantes Secretarios de Seguridad Pública, dan la cara, no afrontan su trabajo como debe de ser:  respeto, dignidad y honestidad.

Por ello es falso de toda falsedad de que Hidalgo, es un Estado seguro y confiable. Que nadie se enoje pero, se están entregando malas cuentas y eso puede tener un costo político muy elevado.

No son suficientes los “apoyitos”, las despensas y electrodomésticos de “pacotilla” que se otorgan. El ciudadano, cada día pregunta, cuestiona, interroga y consulta, pero por desgracia, no haya respuesta alguna.

Hago votos, para que se formule una verdadera política de seguridad pública estatal; hago votos que no caigamos en la tremenda inseguridad que viven otras entidades de nuestro país.

Quod, dixi, dixi: Enhorabuena Licenciado Erick Vera Olivares, por su designación como titular del Área de Pensiones a nivel nacional en el ISSSTE.