Cuando se trata de justificar el subdesarrollo nacional nuestros gobernantes gustan decir que México es un país joven que apenas se independizó en 1810, lo cual no es cierto en vista de que, si bien en ese año unos insurgentes comandados por Miguel Hidalgo declararon la independencia nacional, no fue hasta 1821 cuando se consumó el movimiento independentista.
Ahora bien, no importa si México surgió como país libre y soberano en 1810 o 1821. Lo que importa es que han transcurrido 200 años de que los mexicanos decidimos responsabilizarnos de nuestro propio destino y en ese periodo hemos sido incapaces de dejar de ser una nación “en vías de desarrollo”.
Sin embargo, cuando les conviene y desean apelar a nuestro nacionalismo, esos mismos políticos afirman que nuestra historia realmente empezó hace 30 siglos, al surgir la cultura olmeca, aproximadamente en el año 1200 antes de nuestra era.
Para no iniciar aquí una discusión sobre la antigüedad de nuestra patria, quedémonos con el año 1810, que es el que han utilizado desde siempre nuestros altos funcionarios para tratar de justificar la falta de desarrollo económico del país.
Si 200 años no nos han bastado para solucionar los grandes problemas nacionales y aceptamos que la supuesta juventud de nuestro país es la razón de nuestro subdesarrollo, debemos entonces preguntarnos cuántos años más deberán transcurrir para que México logre ser un país desarrollado cuyos habitantes disfruten de un alto nivel de vida y servicios púbicos de alta calidad. ¿50, 100, 150, 200 o más?
La verdad es que el subdesarrollo de México no se debe a que el nuestro sea “un país joven” sino a los políticos ineficaces y corruptos que lo han gobernado durante gran parte de los 200 años recién transcurridos.
Si la juventud de un país es la razón de su atraso económico, ¿por qué hay países que se independizaron después del nuestro y ya alcanzaron altos niveles de desarrollo?
En es.wikipedia.org/wiki/Anexo:D%C3%ADa_de_la_Independencia aparece una tabla en donde pueden apreciarse las fechas en que se independizaron 186 países. Es interesante ver que únicamente ocho de ellos declararon o lograron su independencia antes que México: Suiza (1291), Suecia (1523), Portugal (1640), Omán (1650), Estados Unidos (1776), Haití y Serbia (1804) y Ecuador (1809). Los otros 178 lo hicieron entre 1810 y 2011.
Muchos de los que se independizaron después que México, es decir, que son aún más “jóvenes”, son hoy países con altos niveles de desarrollo: Canadá (1867), Australia (1901), Noruega (1905), Irlanda (1916), Finlandia (1917), Islandia (1944), Corea del Sur (1945), Israel (1948), Singapur (1965).
En resumen, la juventud de nuestro país para justificar el desarrollo es un mito nada genial que nuestros gobernantes inventaron para evadir su responsabilidad como principales responsables del atraso nacional.