Se dice, se comenta y se rumorea que el verdadero gobernante de Puebla, Rafael Moreno Valle, auxiliado por el aparato gubernamental que encabeza su pupilo, el gobernador Tony Gali, hizo no solo lo imposible, sino hasta lo indecible para que su esposa, Martha Érika Alonso, ganara la elección realizada el 1 de julio pasado.
Uso de dinero ilegal durante la campaña de Alonso, compra de votos a su favor, robo de urnas donde los resultados no favorecieran a la candidata panista, amenazas contra votantes y funcionarios de casillas que no acataran los deseos de Moreno Valle, acarreo de ciudadanos para que votaran por la esposa de este y otras violaciones a la ley electoral es lo que, según los morenistas, explica el triunfo de la diseñadora gráfica que, a partir del 13 de diciembre venidero, muy probablemente desempeñará el primer cargo público en su vida: el de gobernar un estado que cada día es más ingobernable.
El problema que enfrentarán Alonso y el exgobernador, que ahora será el primer caballero del estado, además de senador, es que si bien ella ganó la elección obteniendo el 38.14% de los votos contra el 34.10% que recibió su rival morenista Miguel Barbosa, los lopezobradoristas serán quienes controlarán el próximo congreso local y los ayuntamientos de algunas de las más importantes ciudades poblanas.
El cálculo más reciente indica que en el congreso local Morena tendrá 14 de las 41 diputaciones, el PES cuatro y el PT otras cuatro. En conjunto tendrán 22; la mayoría absoluta para hacer y deshacer a su antojo las leyes estatales que seguramente limitarán las acciones de la pareja Alonso-Moreno Valle, la cual ha hecho lo que le ha venido en gana desde que el segundo asumió la gubernatura en 2011. El exgobernador también será a partir del 1 de septiembre senador de la raquítica bancada conformada por 24 legisladores del PAN-PRD-MC, quienes serán anulados por los 68 senadores lopezobradoristas.
En la reciente elección Morena ganó solo 47 de los 217 gobiernos municipales, pero se quedó con algunas de las más importantes, entre ellas la de Puebla, Tehuacán, San Pedro Cholula, San Andrés Cholula, Amozoc e Izúcar de Matamoros.
El partido de Andrés Manuel López Obrador ha impugnado la elección y aparentemente busca que esta sea anulada para que la próxima legislatura imponga a un gobernador interino que le convenga, y que este convoque a elecciones que sean menos manipuladas de lo que aparentemente fueron las del 1 de julio.
Ocurra lo que ocurra, muchos dentro y fuera de Puebla ya se preguntan que quién gobernará Puebla a partir del 13 de diciembre. Aparentemente será AMLO a través del congreso poblano que limitará los poderes y las acciones de Martha Érika Alonso, siempre y cuando ella llegue al despacho que hace poco ocupó su esposo.
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