El plan de la Secretaría de Turismo es generar reuniones con touroperadores de las ciudades y países más importantes para México, así como con los que se quiera abrir mercado, para promocionar los destinos.

Miguel Torruco es considerado por empresarios del sector turístico que no apoyan sus políticas como uno de los radicales del gabinete. “Es como Rocío Nahle en Energía”, me dijo hace poco uno de estos hombres de negocios. Lo que es innegable es que al actual secretario de Turismo federal le precede una experiencia de varias décadas en la industria, lo que le ha permitido conocer a detalle sus problemáticas y, sobre todo —dice él—, sus intereses.

Por eso cuando se le pregunta sobre la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), su respuesta es que había muchos intereses y empresarios que se beneficiaban directamente de los recursos de ese fondo que el año pasado recibió casi 5 mil millones de pesos. Y tiene un mensaje para todos ellos: “Eso ya se acabó, háganse a la idea porque no se va a reactivar”.

Los empresarios del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), que preside Pablo Azcárraga, son quienes se rehúsan a que la recaudación del cobro por Derecho de No Residente, que significaba alrededor de 85% de los fondos del CPTM, no se canalice a la promoción de México en el exterior y en cambio se destine a un proyecto de dudosa rentabilidad: el Tren Maya que cruzará cinco estados del sureste mexicano.

El proyecto de los empresarios del CNET, entre los que sobresalen Eduardo Sánchez Navarro, de Grupo Questro; José Chapur, de Grupo Palace Resorts; Alejandro Zozaya, de AMResorts; Fernando Chico Pardo, de Asur; Ángel Losada, de Grupo Presidente; Enrique Beltranena, de Volaris, y Alejandro Soberón, de CIE, es crear una entidad público-privada para reactivar la promoción turística internacional. Las negociaciones están en marcha, pero le adelanto que no hay muchas posibilidades de que el proyecto vea la luz.

Incluso, la posibilidad de que los impuestos que se cobren a Airbnb y otras plataformas digitales de hospedaje —unos 2 mil 400 millones de pesos anuales— se destinen a la promoción turística, como lo anticiparon empresarios del sector, también está descartada.

El plan de la Secretaría de Turismo es generar reuniones con touroperadores de las ciudades y países más importantes para México, así como con los que se quiera abrir mercado, para promocionar los destinos y ver la manera en la que eso se pueda traducir en nuevas rutas e inversiones en publicidad y mercadotecnia. Todo esto, de la mano de las embajadas y consulados a cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

La meta de Miguel Torruco es que se construyan 22 mil cuartos de hotel promedio anual y pasar de ser el país número 16 en cuanto a generación de divisas por turismo al lugar 12 en el ranking mundial. En el primer cuatrimestre de 2019, las divisas generadas por los visitantes internacionales aumentaron 15.4%, según la información de Banco de México.

Sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en Texcoco, el secretario de Turismo está en la misma línea que el presidente Andrés Manuel López Obrador: “Una obra heredada del ‘gobierno más corrupto de los últimos años’ no podía mantenerse”.

Así como el Presidente, Torruco asegura que detrás de los grupos de presión que se manifiestan contra la cancelación del aeropuerto de Texcoco y de la ampliación de la base militar de Santa Lucía están los intereses de los empresarios que se beneficiaron del Consejo de Promoción Turística y de otros fondos federales. No lo dice con todas sus letras, pero se refiere al CNET y a otros grupos insertados en organizaciones como el Consejo Mexicano de Negocios y el Consejo Coordinador Empresarial.

La ‘campaña’ de la cual habla el Presidente, que se habría orquestado desde el gobierno de Enrique Peña Nieto para ‘saturar’ el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y desahuciar al de Toluca es confirmada por Torruco, quien cree que incluso el retraso del Tren México-Toluca fue una estrategia más por intentar rescatar el aeropuerto en Texcoco, el cual, dice, no tiene una sola posibilidad de ser reactivado.

Por el contrario, el aeropuerto de Toluca es el que tiene más oportunidades de reactivarse incluso con una nueva pista que le dé posibilidad de ampliar su capacidad a 25 millones de pasajeros anuales.

Son muchos los retos que tiene el secretario de Turismo para darle la vuelta al sector sin muchos recursos y jugándosela con un cambio radical en la estrategia de atracción de visitantes internacionales. ¿Quiénes lo apoyan? Aparentemente Miguel Alemán Magnani, de Interjet; Daniel Chávez, de Grupo Vidanta; Olegario Vázquez Aldir, de Grupo Real Turismo; José Miguel Bejos, de Grupo Prodi, y el propio Carlos Slim.