No puede presentar 85 muertos diarios como un éxito”, reclamó el periodista Jorge Ramos al presidente Andrés Manuel López Obrador ayer en su mañanera, quien insiste en negar la realidad de nuestro país bajo la excusa de que antes o en otros lugares están peor.

Y parece que ese síndrome de ceguera nos sigue en todos lados donde la autodenominada Cuarta Transformación sienta sus reales. De pronto, de la noche a la mañana, vivimos en un mejor país, aunque muchos no lo vivan o lo vean. Las cifras oficiales son contundentes: muertes, feminicidios, crimen organizado, en lugar de disminuir han aumentado.

Son, señala Ramos, 190 mil muertes violentas con las que cerrará el actual gobierno, que prometió terminar con la violencia en el país, que abanderó el “abrazos y no balazos” y el cual, contrario a su discurso de campaña, militarizó a México.

Hasta la fecha, recalcó el periodista que vive en Estados Unidos, el gobierno mexicano reconoce 166 mil muertes violentas. Y la respuesta de López Obrador es: “México es un país pacífico, donde hay crecimiento, en donde hay empleo, en donde hay bienestar”. Y podríamos refutar todo su dicho, hablando de crecimiento, empleo y bienestar, pero lo que cuenta es su “visión”, no los hechos, irrefutables, que viven millones de mexicanos todos los días.

Payasadas… Muerte por inexistencia es lo que muchos declaran sobre en PAN y el PRD, y como vamos, el PRI está a un paso del precipicio…