La que fue conocida en el otrora Real de Minas de Pachuca como Calle de la Cárcel partía de norte a sur en el Mercado de la Fruta —hoy Miguel Hidalgo— y  concluía en la esquina norponiente de la antes Plaza de Toros de Avendaño,  después de Las Diligencias —hoy de la Independencia—  primer tramo de la hoy calle de Allende —entre el templo Metodista y la propia plaza—, tal nombre se derivó de la ubicación en su contexto de la que llamaron Cárcel Nacional, tal vez el más antiguo reclusorio de la comarca, aludido en el expediente de la Huelga Minera de 1766 hasta el que se llegaron los huelguistas el 15 de agosto de aquel año para liberar a los presos. La Cárcel Nacional debió concluir su función como presidio en 1887, al inaugurarse las instalaciones de la cárcel de San Francisco —sitio en el que hoy se encuentra la Fototeca Nacional—. En efecto, para principios del siglo XX, aquella cárcel era ya sede de las oficinas de la empresa minera Dos Carlos y años después entre esas paredes se alojó la Liga de Comunidades Agrarias, finalmente el edificio ha sido ocupado por la fundación Arturo Herrera, que a través de una noble misión cultural ha ennoblecido a este sitio de centenaria historia.

En la primera placa que ilustra esta columna puede observarse a la calle de Allende hacia el año 1924, al fondo se destaca la esbelta torre del templo metodista —de corte neorrománico— que abriera sus puertas el 1 de enero de 1901, también puede distinguirse al edificio contiguo, sede de la afamada escuela Julián Villagrán de hermosa fachada neogótica, distinguido por sus ventanas de arco ojival, que se construyera poco antes que el templo, probablemente hacia 1890. En la placa puede apreciarse también en el margen derecho el edificio de la Liga Comunidades Agrarias, sitio donde se alojara por mucho tiempo la Cárcel Nacional, edificio que determinó el nombre de la arteria hasta la nomenclatura de 1886 ya que todavía en 1883 Rivera Cambas le daba tal denominación. Independientemente de flamante vehículo que circula por el derrotero de la calle, véase el tendido de las vías para el tranvía urbano.

En la segunda fotografía se capta, de manera especial, la construcción del Hotel Doria, inaugurado en 1923, anunciado entonces con bombo y platillo, como el primero que ofrecía cuartos con baño y elevador, para comodidad de los huéspedes —era, decían personajes de la época, un hotel de postín—  años después fue adquirido por la sección II del  Sindicato Minero —la de Pachuca— para ser utilizado como clínica y hospital de atención para trabajadores de las minas de Pachuca, sitio en el que permaneció hasta 1957, en que fue inaugurada la entonces moderna clínica minera, construida en la segunda calle de Cuauhtémoc. La placa que corresponde al año de 1934 muestra ya el pavimento de la calle Allende a esta altura y permite apreciar el edificio contiguo ocupado por las oficinas de la delegación en el estado de la Secretaría de Hacienda.