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Hace 14 días
Desabasto de Agua en Hidalgo

En este contexto, la llamada a la creación de un Plan Hídrico Nacional es más urgente que nunca. Las soluciones a corto plazo, como el suministro de agua mediante el sistema de tandeo, son meros parches en una herida que requiere atención médica urgente. Se necesitan medidas a largo plazo, políticas sostenibles y una visión integral que aborde no solo los síntomas, sino también las causas profundas de esta crisis.

Edson Martínez

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Hidalgo enfrenta una crisis hídrica de proporciones alarmantes. La sequía ha extendido su abrazo implacable sobre nuestra entidad, dejando a su paso acuíferos sobreexplotados, presas reducidas a meros charcos y un clamor desesperado por políticas públicas efectivas en materia de agua.

Los datos recientes proporcionados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pintan un panorama desolador. De las nueve presas en Hidalgo, siete han experimentado una disminución en su volumen durante el período comprendido entre el 12 de marzo y el 10 de abril de 2024. Solo una presa ha logrado mantener su nivel, mientras que otra ha visto un aumento insignificante. Pero son las cifras de pérdida las que cuentan la historia más desgarradora: la presa Javier Rojo Gómez en Alfajayucan, por ejemplo, ha perdido un asombroso 12.713 por ciento de su volumen, con una pérdida de 21.605 hectómetros cúbicos.

Estas no son simplemente cifras, son recursos esenciales para la vida y la subsistencia de comunidades enteras.

Mientras tanto, los llamados de auxilio no han sido en vano. Desde Antorcha Campesina hasta el Frente Unidos por Nopala, las voces de los ciudadanos afectados se han alzado en una clamorosa demanda de atención y acción por parte de las autoridades. La cadena humana frente al Reloj Monumental de Pachuca, la manifestación de Antorcha Campesina y las súplicas de los pobladores de Nopala de Villagrán son todos síntomas de una crisis que ha alcanzado su punto crítico.

La sequía no discrimina; sus efectos se sienten en todo el estado. Desde el norte, donde 29 localidades sufren sequía excepcional, hasta el Valle del Mezquital, donde la sequía extrema afecta a más de una cuarta parte de los municipios, la crisis del agua se ha infiltrado en todos los rincones de Hidalgo.

En este contexto, la llamada a la creación de un Plan Hídrico Nacional es más urgente que nunca. Las soluciones a corto plazo, como el suministro de agua mediante el sistema de tandeo, son meros parches en una herida que requiere atención médica urgente. Se necesitan medidas a largo plazo, políticas sostenibles y una visión integral que aborde no solo los síntomas, sino también las causas profundas de esta crisis.

La falta de agua no es solo un inconveniente, es una emergencia que amenaza la vida y el sustento de miles de personas en Hidalgo. Ignorar esta realidad es condenar a comunidades enteras a un futuro incierto y precario. Es hora de que las autoridades de todos los niveles reconozcan la gravedad de la situación y actúen con la determinación y la urgencia que merece esta crisis hídrica.

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