E ste fin de semana, elementos de la Policía municipal de Nicolás Flores aseguraron a un hombre, presuntamente por una falta administrativa, lo trasladaron al área de retención primaria y posteriormente liberaron, horas después murió. Su cuerpo presentaba lesiones, incluido el rostro, lo han confirmado testigos en la cabecera municipal, lo mismo que familiares quienes viven en estos momentos horas de duelo y frustración porque la autoridad municipal está buscando eludir su responsabilidad.

Tuve la oportunidad de conocer a algunos de los testigos, quienes creyeron que este hombre, Gabriel N, de 37 años de edad, se encontraba tal vez bajo los efectos del alcohol, debido a que lo vieron muy golpeado del rostro, otros sabían que había sido detenido por la Policía y que hasta antes de ser levantado, no presentaba esas lesiones, de ahí comenzó a circular la información sobre el abuso policiaco.

Familiares, han confirmado que no pudieron reconocer el cuerpo, el Ministerio Público (MP) les entregó un féretro sellado, sin la posibilidad de poder verificar el estado en el que se encuentra su familiar.

Según las causas de la muerte, se debe a una anemia aguda secundaria, ha sangrado de tubo digestivo consecutivo a perforación de úlcera duodenal péptica, que en otras palabras significa que tuvo una hemorragia interna causada por un orificio en el estómago, cuya causa más común son infecciones causadas por una bacteria, esto de acuerdo al significado del parte médico.

Los familiares no creen en el diagnóstico, porque pudieron confirmar que el hombre, de 37 años, presentaba golpes propiciados por los policías municipales, quienes habrían actuado en pandilla durante la agresión previa y durante su internamiento en las galeras del municipio.

De estos hechos, previo a la muerte y después de ella, tuvo conocimiento la presidenta municipal, Marcela Isidro, quien no ha tenido ningún acercamiento con los dolientes ni ha manifestado ningún tipo de apoyo o investigación interna.

En la región del Mezquital y la Sierra Gorda, el tema de las policías municipales sigue siendo uno de los rezagos más importantes pese a los avances legislativos, continúan siendo corporaciones improvisadas, con el mayor número de quejas ante Derechos Humanos.

Municipios como El Cardonal, al menos en dos ocasiones el abuso policiaco en años recientes, provocaron la muerte de personas detenidas; asimismo, en Zimapán o Progreso. Han sido evidentes la falta de capacitación, la actuación bajo los protocolos correspondientes.

Desafortunadamente, en materia de seguridad, los gobiernos municipales continúan en deuda con la ciudadanía, debido al desinterés por contar con una Policía profesional. Municipios como Actopan, San Salvador, Ixmiquilpan, Mixquiahuala, Zimapán, El Cardonal y en su totalidad en el Mezquital apenas cuentan con un par de policías, cada uno, que están certificados o que han pasado sus exámenes de control y confianza.