Hace unos días me externó su preocupación una persona porque su hijo está por salir de la secundaria y no desea ir a la preparatoria, pues dice que prefiere estudiar algún curso o taller para ponerse a trabajar con el argumento que son muchos años entre prepa y universidad y que, además, existen muchos profesionistas que no encuentran opción laboral acorde a su perfil. Tristemente me platicó que coincidía con lo que le había pasado al papá del joven en cuestión, puesto que es administrador de empresas y no se dedica a eso porque jamás lo habían contratado como tal.

Le comenté entonces si había explorado la opción académica de los bachilleratos tecnológicos.

–¿Y eso qué es? —me preguntó.

—Es una opción bivalente, es decir, al mismo tiempo que su hijo cursa estudios de educación media superior hace una carrera técnica de la cual obtendrá un título, cédula electrónica y registro para ejercer, lo que le permite en breve tiempo incorporarse a la vida productiva y además contar con la suficiencia académica para acceder a una licenciatura.

La persona quedó fascinada con el tema y me dijo: Platíqueme más.

—De hecho, existen diversas opciones que pertenecen al sistema de educación pública y las carreras son distintas, como diseño gráfico, enfermería, construcción, preparación de alimentos y bebidas, ecoturismo, etc. Hay una gran gama de alternativas.

Añadí que un gran número de jóvenes que concluye de esta manera su bachillerato se motiva a continuar preparándose, pues desde temprana edad encuentran su vocación profesional. Le platiqué el caso de una compañera de trabajo, quien realizó su bachillerato tecnológico con la carrera de preparación de alimentos y bebidas, lo que le motivó a estudiar posteriormente la licenciatura en Gastronomía en UCLAH y hoy tiene dos títulos.

Hay una gran realidad, nuestros jóvenes son cada día más despiertos y el mundo funciona más rápido, las distancias que antes eran muy largas hoy se han acotado gracias a la conectividad. Sin embargo, aquí surge otra pregunta: ¿Cómo padres debemos asustarnos?

Considero que debemos ocuparnos de la realidad que vivimos y estar abiertos a nuevas opciones y métodos y que en algunas vertientes han superado a las tradicionales.

Nuestros jóvenes no es que quieran vivir más rápido, sino que la vida en su propia inercia los induce a entrar en autopistas necesarias para lograr sus metas. Recordemos que antes por un puesto laboral concursaban pocas personas mientras que hoy para un trabajo se presentan cientos de aspirantes. Creo firmemente que debemos ser guías responsables para coadyuvar en el éxito de nuestros hijos y sin lugar a dudas una de las maneras es encontrarles opciones académicas serias y que sean atractivas para ellos.