Este sábado en San Primitivo, comunidad de Tlahuelilpan, familiares de los 130 fallecidos tras la explosión del 18 de enero, llevaron cruces y flores para recordarlos.

A casi un mes de la explosión de una toma en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), y que dejó como saldo hasta este día 130 muertos, los deudos llegan a la orilla de la zanja de riego a depositar una ofrenda con dolor, llanto y palabras entrecortadas con las que despiden al hijo, padre, hermano o amigo que murió.

Los colonos colocaron en el sitio una cruz de aproximadamente 5 metros de alto, al pie de un árbol y dentro de la zanja, para honrar la memoria de quienes ya no están entre ellos.

El 13 de febrero, el papa Francisco envió a Hidalgo 150 rosarios para que sean entregados a las familias de las víctimas por la explosión de un ducto de Pemex en la comunidad de San Primitivo, en Tlahuelilpan.

Monseñor Edgar Peña, sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, entregó los rosarios a Ambrosio Martínez Hernández, el visitante número tres millones de la réplica de la Capilla Sixtina en Pachuca y quien se encuentra en Roma tras ganar un viaje.

Redacción

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