Tras 15 partidos sin perder, Perú aterrizó en Moscú este domingo con la moral por las nubes, liderada por su capitán Paolo Guerrero, escoltado por su compadre Jefferson Farfán, un sueño hecho realidad para la afición rojiblanca, tras 36 años de ausencia en el Mundial.
Perú aterrizó en el aeropuerto internacional de Sheremetievo sobre las 16:30. Tras una primera fotografía a pie de pista con el personal del avión, los jugadores se subieron al autobús del Mundial.
‘¡Estamos de vuelta! Acá viajan más de 30 millones de peruanos’, se lee en el vehículo oficial, de color azul, que transportará a la expedición durante toda la competición.
Unos minutos después llegaron al Hotel Sheraton, separado del aeródromo por poco más de un kilómetro.
Allí aguardaban unos 15 hinchas, ataviados con la bicolor, que dieron una calurosa bienvenida a los jugadores. Al menos la que dejaron los cerca de 20 policías y militares que custodiaron la llegada.
Entre los presentes, Betty Frank, de 36 años, que ha viajado desde Virginia (Estados Unidos) para seguir a su selección. Muestra orgullosa sus uñas rojas y blancas en las que se puede leer ‘Perú’.
“¡No me lo podía perder, nunca había visto a Perú en un Mundial!”, explica, añadiendo que la llegada de Gareca, al que califica de “muy recto” terminó con “la fiesta” en la selección.
AFP I Rusia