El Instituto Hidalguense del Deporte volvió a hacer de las suyas esta semana, cuando el atleta con discapacidad visual Rubicel Hernández García dio a conocer en una entrevista que no había recibido el apoyo que la dependencia le había prometido para hospedarse en la Ciudad de México, donde competirá en el maratón.

Rubicel contó que el instituto le pidió un presupuesto de lo que necesitaría para su preparación, que resultó ser de 22 mil 500 pesos, ya que pensaba tener tres concentraciones en el Nevado de Toluca. El Inhide recibió el presupuesto y le prometió mil 400 pesos para que él y sus dos guías se hospedaran.

El problema fue que la entrevista se dio el jueves en la tarde, poco más de 48 horas antes de su competencia, y no había recibido el recurso. La nota fue publicada el día siguiente y, por supuesto, el Inhide se puso las pilas y se comunicó con él para decirle que le darían el dinero.

Rubicel, sin embargo, aseguró que no lo recibiría, pues sintió que la actitud del instituto no fue la correcta y que lo hicieron sentir como un limosnero.La postura del organismo fue que el recurso había sido aprobado desde hace un par de semanas, pero no se lo pudieron dar en ese momento ya que no pueden entregar dinero en efectivo por temas de transparencia. Pero ya era tarde, Hernández García había conseguido todo lo que necesitaba por sus propios medios, tocando puertas.

De hecho, en la entrevista contó que un joven colaboró con los seis mil pesos necesarios para que él y sus guías tuvieran los tenis adecuados. Un particular le donó más que lo que le había prometido el Inhide. Lamentable.

Tristemente, no es la primera vez que la dependencia, encabezada por Fátima Baños Pérez, se ve envuelta en un tema de esta naturaleza. Hace unos meses dejaron plantado a un equipo pachuqueño que había gestionado transporte para un juego de la Liga Nacional de Sordos en Toluca.

En aquella ocasión, como ahora, intentaron tapar el pozo después de que se había ahogado el niño, como dice el refrán, e hicieron que la entrenadora del equipo firmará un documento explicando que el instituto había estado en constante comunicación, a pesar de que no recibieron respuesta cuando preguntaron por el transporte que nunca llegó.

Incluso, en algún momento “informaron” que el equipo sí había podido viajar a Toluca, lo que nunca pasó.

En otra ocasión, Jacqueline Hernández Pacheco, atleta de remo bajo techo, señaló que no recibió apoyo del Inhide para viajar al mundial de la especialidad en Boston. De nueva cuenta, el instituto dio a conocer que siempre sí la apoyarían, después de que se publicó la nota.

La postura del Inhide en estos casos ha sido incomprensible y lamentable. Siempre han reaccionado después de sentirse exhibidos; en el mejor de los casos, podría pensarse que ha sido falta de comunicación con los atletas beneficiarios. No obstante, no podemos evitar pensar que las gestiones no han sido correctas, no han podido o no han querido cumplir con los deportistas y han intentado solucionar todo de último momento, cuando el daño está hecho.

Ojalá que la situación cambie. Si no pueden apoyar a un atleta, que le hablen derecho y no lo hagan perder el tiempo; o mejor, que exista el apoyo en tiempo y forma, sin tener que ser presionados por los medios. Pero si no cambia, esperemos que los atletas levanten la voz, por el bien de ellos mismos y del deporte en general.