Anoche nació un ídolo de la tauromaquia mexicana, con la confirmación del juvenil Isaac Fonseca como nueva figura del toreo nacional, llevándose la mítica corrida Por la Oreja de Oro, que por primera vez se realizó en la monumental plaza de toros Vicente Segura.
El moreliano, con poco más de un año y tres meses de haber tomado la alternativa en Francia, cortó dos orejas y rabo ante matadores más experimentados en este cartel.
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Fonseca cerró la tarde con Distinguido, un toro jabonero a quien enfrentó con cinco portas gayolas consecutivas con el capote, causando euforia entre los pachuqueños.
Isaac continuó con su temerario estilo con la muleta, dando otros cinco en fila de rodillas, continuado con trincherazos y chicuelinas, poniendo a escasos centímetros de los pistones del toro, que en un par de ocasiones estuvo cerca de prenderlo.
Isaac Fonseca terminó con una estocada certera, haciendo caer en segundos al burel, ganándose las dos orejas y rabo.
El Calita Isaac Fonseca cortó los dos apéndices en el cuarto de la tarde, de nombre Notario, a quien recibió a porta gayola, esquivando la embestida hacia su lado izquierdo.
Posteriormente, el mexiquense volvió a arrancar con un temerario pase a ras del ruedo en el último tercio, continuando con algunos derechazos y un par de péndulos con la franela, cerrando su actuación con letal espadazo.
Por su parte, Joselito Adame cortó apéndice con Monito, un burel castaño que exigió al hidrocálido desde el primer tercio. El de Aguascalientes se fundió con la muleta para pegar vistosos, molinetes, pases de pecho y trincherazos, cerrando con una manoletilla, al tiempo que sonaba Pelea de Gallos en la Vicente Segura; al final, coronó con una estocada certera, y aunque el astado tardó en caer, se llevó una oreja.
A su vez, Octavio García el Payo se llevó solo las palmas con Tertuliano, un toro que traía buen fuelle, que el queretano supo manejar en el último tercio; no obstante, no fue certero a la hora de tirarse a matar y terminó con un aviso.
Mientras que a Diego Silveti le tocó el toro más bravo de la tarde –el quinto, de nombre Campeón–, que derivó al picador y movió unas tablas del ruedo, pero el tercero de la dinastía vino de más a menos y a pesar de matar de forma correcta, únicamente le alcanzó para una vuelta al ruedo.
En cuanto al rejoneador Fauro Aloi, quien abrió la corrida Por la Oreja de Oro, terminó con las manos vacías con Marrón.
El caballista mexicano dejó buenas sensaciones con las banderillas largas y cortas; sin embargo, falló con el metal, teniendo que recurrir hasta seis ocasiones más con el descabello, recibiendo un aviso del juez.
Alejandro Velázquez I Pachuca
