Una de las polémicas del año tuvo que ver con el basquetbol mexicano.

El deporte ráfaga vivió uno de sus casi cotidianos problemas de organización, pero este 2020 vio cerca
su desafiliación.

A principios de febrero, la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (Ademeba) no cumplió con los estándares de la Federación Internacional de la disciplina (Fiba), por lo que hubo una sanción que duró tres meses.

A pesar de ello, la Ademeba, comandada por Xóchitl Lagarda, entregó la selección mexicana a Sergio Molina, para disputar dos encuentros ante Bahamas, con saldo de una victoria y una derrota.

Ya entrada la pandemia, la asociación mexicana demandó ante el Tribunal de Arbitraje deportivo (TAS) a la Fiba, debido a las irregularidades; sin embargo, el juicio falló en contra de las autoridades mexicanas.

Conforme pasó el tiempo, las asociaciones estatales presionaron para que la Ademeba cambiara de dirigente.
Una vez entrado el último tercio del año, arribó la tan esperada renuncia de Lagarda, pero hubo un problema: no había organización para la ventana Fiba de noviembre.

Basquetbolistas de la talla de Gustavo Ayón se quejaron de la situación, y Molina, por más que quiso, prefirió dar un paso al costado del combinado, recibiendo los daños colaterales de la problemática entre la Fiba y la Ademeba.

Sobra mencionar que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte y la Liga Nacional de Basquetbol Profesional (LNBP) se hicieron cargo del seleccionado azteca, que cosechó una victoria y una derrota ante Puerto rico y Estados Unidos, respectivamente.

Luis Carlos León I Pachuca