Dinamarca y Túnez sellaron ayer el primer 0-0 del Mundial de Catar, en el juego inaugural del grupo D, marcado por la presencia del volante Christian Eriksen un año y medio después de sufrir un paro cardiaco en plena Eurocopa 2020.
En un juego de muchos choques, disputado en el estadio Education City, en Doha, daneses y tunecinos fueron incapaces de vulnerar los arcos de Aymen Dahmen y Kasper Schmeichel, de actuaciones destacadas, y firmaron el primer cotejo sin goles.
En su próxima salida, el sábado, Túnez enfrentará a Australia en el estadio Al Janoub, de Doha, mientras que ese mismo día, pero más tarde, Dinamarca se batirá con Francia, la diezmada campeona defensora, en el recinto 974, de la capital catarí.
AFP I Doha