La primera edición de la W Gold Cup llegó a su apoteósico final el pasado sábado, con la Selección de Estados Unidos alzándose como las primeras campeonas del torneo tras un enfrentamiento lleno de emoción y destreza ante un Brasil desafiante. El Snapdragon Stadium, que anunció un lleno  con 30 mil espectadores, fue testigo de un partido que quedará marcado en los anales del futbol femenino.

Desde el inicio del encuentro, el USWNT liderado por figuras como Alex Morgan y Lindsey Horan, se enfrentó a un Brasil que había demostrado ser un equipo sólido a lo largo del torneo. La ceremonia de apertura, que incluyó la interpretación de la canción oficial Vamos y los himnos nacionales, añadió un aire de grandeza a la contienda.

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A pesar de los embates iniciales de Brasil, con Debinha como suplente, la arquera estadounidense Alyssa Naeher se mantuvo firme, frustrando los intentos de Sampaio y Gabi Nunes por abrir el marcador. A medida que avanzaba el juego, Lindsey Horan, una figura histórica para el equipo estadounidense, se erigió como la heroína del partido al marcar el único gol con un impresionante remate de cabeza antes del descanso.

El gol de Horan no solo aseguró la victoria para Estados Unidos, sino que también reafirmó su posición como una potencia indiscutible en el fútbol femenino de la región. A pesar de las dudas que rodearon la reestructuración del equipo y el proceso de cambio generacional, el USWNT demostró su dominio en el campo una vez más.

Con este triunfo, el historial de enfrentamientos entre Estados Unidos y Brasil se inclina aún más a favor del USWNT, con 32 victorias en 40 encuentros, además de 5 empates y solo 3 derrotas.