En un reciente evento en Moscú, el peleador iraní de Artes Marciales Mixtas, Ali Heibati, fue suspendido de por vida por la liga rusa de MMA HFC después de agredir a una edecán durante un combate.

El incidente, que ha generado una ola de repudio a nivel internacional, ocurrió cuando Heibati pateó en la cadera a la joven encargada de anunciar el inicio del primer round.

La violenta acción del peleador fue captada en vídeo y rápidamente se esparció por las redes sociales, donde fue calificada por la liga como “un comportamiento totalmente inaceptable”. No solo se le ha vetado de futuras competiciones bajo el amparo de la HFC, sino que también ha sido objeto de críticas y reacciones adversas por parte del público y profesionales de este deporte.

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El episodio no terminó con la agresión a la ring girl. Según reportes del Daily Mail, tras ser derrotado en el combate, el peleador Heibati procedió a golpear al ganador y a uno de los comentaristas del evento, lo que resultó en una trifulca generalizada dentro de la arena. Los ánimos se encendieron al grado de que algunos aficionados tomaron la justicia por su mano; un video muestra a un espectador golpeando a Heibati con una silla fuera del ring.

Este incidente ha puesto de manifiesto la necesidad de mantener estándares de conducta estrictos en los deportes de contacto para proteger a todos los involucrados, incluyendo a los trabajadores que, como las ring girls, desempeñan roles cruciales pero menos reconocidos en estos eventos. La HFC ha reiterado su compromiso de no tolerar actitudes que comprometan la integridad física y moral de los participantes y el personal.