Desde 1978, cuando la inglesa Divina Galica participó en la Fórmula 1 (F1), ninguna mujer ha sido parte de este serial. Y, en toda la historia de la Fórmula 2, la antesala de la máxima categoría, el género femenino nunca tuvo representación.
Todo eso se podría acabar con Tatiana Calderón: actualmente, la colombiana es piloto de prueba de la escudería Alfa Romeo Racing de la F1 -la única latinoamericana en conducir un auto de esta clase- y, mejor aún, debutará a finales de mes en la F2 en Abu Dabi.
Para la joven de 25 años ha sido importante acabar con diversas diferencias de género que dividen a la sociedad.
“Quiero derribar la creencia de que es un deporte de hombres y hacerle saber a las niñas que puede ser una opción para ellas, así me pasó a mí: compré un ticket de cinco minutos para subirme al kart y me cambió la vida”, declaró.
Su objetivo es obtener el puntaje necesario en F2 para adquirir la Superlicencia FIA, requisito para la F1, para lo cual ha vencido todo tipo de retos.
“Sí han sido varias dificultades: ganarse el respeto de los competidores en la pista y de la gente con la que trabajas es más costoso porque siempre esperan menos de una mujer. Te toca demostrar una y otra vez que estás ahí para competir y para ganar”, comentó
Pese a lo anterior, Calderón reconoce un aumento en el número de mujeres involucradas en el automovilismo, desde las ingenieras, mecánicas o hasta las directivas.
“Hay iniciativas creadas por la FIA como Girls on track o la Fórmula E que promueven el deporte y sus ámbitos en las niñas para que en el futuro tengamos más mujeres en él”, detalla.
“Cumpliendo objetivos es como uno va mostrándole el camino a la gente para que siga sus sueños y de esa forma tener un impacto positivo en sus vidas”, finalizó.
Dalia Rangel I Agencia Reforma
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