Una de las actividades más accesibles y disfrutables es dar una caminata y ver las artesanías que manos hidalguenses elaboran desde hace décadas, como una tradición y legado familiar. En el mercado de Omitlán, ubicado en la entrada de la cabecera municipal, hay mucho que ver e historias que escuchar de los lugareños.

Entre las artesanías de más tradición están las de barro: ollas, cazuelas, jarros, macetas, soles.

Desde hace 25 años, la señora María Gertrudis Melgarejo elabora estas piezas junto con su esposo.

El proceso inicia con la adquisición de piedras, para después molerlas, hasta pulverizarlas, dejándolas con una textura muy fina, como harina.

Doña María explicó que bate el barro con los pies y después elabora las piezas, que se meten al horno de leña durante cinco horas.

Otras de las artesanías que se pueden observar en el mercado son los bordados y pinturas en tela para mantelería, almohadones y servilletas. La señora María Dolores Cabrera López borda desde hace unos 12 años, por legado de su madre y con el objetivo principal de sacar a sus hijos adelante.

En cuanto a gastronomía, en este sitio encontrarás puestos que ofrecen preparaciones como mole, jalea, mermelada, curado de pulque y aguardiente elaborados con cahuiche, fruto que se da durante el otoño, por lo cual hay que aprovechar para probarlo.

Aquí mismo se encuentran productos de amaranto con miel o chocolate, que además de deliciosos son muy nutritivos.

En esta temporada, la flor que no puede faltar es la Nochebuena.

La señora Margarita Guzmán Gutiérrez vende flor de Navidad, que trae de un vivero familiar. El precio oscila entre 35, 50 y 70 pesos, según el tamaño.

Omitlán está a unos 20 minutos de Pachuca y es un lugar ideal para caminar, pasar un día tranquilo, a gusto, entre montañas.

Sara Elizondo | Pachuca

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