En Egipto se ha descubierto recientemente una esfinge de piedra caliza que se cree que representa a un emperador romano, cerca del templo de Dendera.
La estatua fue encontrada en un depósito bizantino de agua en una tumba de dos niveles, junto a una estela romana grabada en demótico y jeroglífico. Todavía se necesita descifrar la estela para identificar al emperador exacto.
Egipto ha revelado varios descubrimientos arqueológicos importantes en los últimos meses, incluyendo una ciudad romana entera cerca de Lúxor, los restos de una necrópolis en Saqqara, y un túnel de nueve metros que se cree que lleva a la cámara funeraria real del rey Keops en la meseta de Guiza.
Este último descubrimiento fue posible gracias al proyecto ScanPyramids, una misión científica internacional que utiliza tecnología avanzada para explorar el interior de las pirámides sin necesidad de hacer excavaciones.
Desde 2015, la misión ScanPyramids ha utilizado tecnologías avanzadas para examinar el interior de la Pirámide de Keops en busca de posibles cavidades o estructuras desconocidas. La Pirámide de Keops es la más grande de las tres en la meseta de Guiza y es la última de las siete maravillas del mundo antiguo que sigue en pie.
En 2017, los científicos de ScanPyramids descubrieron un enorme espacio vacío dentro de la pirámide, del tamaño de un avión de pasajeros.
Recientemente, investigadores egipcios y británicos descubrieron una nueva tumba real en Luxor, que se cree que pertenece a la esposa de un faraón de la XVIII dinastía, que data de hace unos 3 mil 500 años. Las excavaciones continúan en los famosos valles de los reyes y las reinas en la orilla occidental del Nilo.
En un comunicado, Mostafa Waziri, líder de las antigüedades egipcias, indicó que los primeros objetos encontrados en la tumba parecen ser de la XVIII dinastía, el período más próspero del Antiguo Egipto.
Según Piers Litherland, líder del equipo británico de investigadores de la misión, la tumba podría pertenecer a una princesa del linaje de los Tutmosis, de las que se sabe poco. El interior de la tumba está en mal estado debido a la degradación por inundaciones antiguas.
A pesar de esto, algunos expertos sugieren que estos descubrimientos son más políticos y económicos que científicos, y se utilizan para reactivar el turismo en Egipto, un sector que ha estado en declive desde la Primavera Árabe y ha sido gravemente afectado por la pandemia de Covid-19.
Redacción