La Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) negará a la familia el permiso de exhumación de los restos de Ana Itzel, joven asesinada en 2014.

Sus padres, desde hace más de tres años, han sostenido que el cuerpo que les entregaron no correspondía a la menor, entonces alumna de secundaria.

En entrevista, el fiscal general Ramiro Lara Salinas expresó que dentro del expediente 12/SPM/758/2014 está acreditada la identidad de la persona que, aseveró, corresponde a la menor que desapareció el 19 de mayo de 2014 y posteriormente fue hallada sin vida.

“No tenemos elementos para autorizarla (la exhumación), tenemos una identificación de cadáver que se acreditó con las diligencias”, expresó el exmagistrado electoral.

Al respecto, la familia de Ana Itzel y el abogado del caso, Carlos Pratt Straffon, detallaron a Criterio que agotarán los medios legales para tener la certeza de que los restos enterrados en 2014 se tratan de la menor.

“Sólo quiero saber la verdad, tener la certeza de que se trata de mi hija”, expresó la madre de la víctima, Janeth Islas Téllez.

El pasado 18 de junio, la defensa solicitó a la PGJH la exhumación del cadáver que fue encontrado el 1 de junio de 2014 en una construcción del ejido Tilcuautla, San Agustín Tlaxiaca.

El expediente 12/SPM/758/2014 había sido asignado a una Mesa de Delitos Contra la Vida y la Salud para iniciar con las indagaciones, pero fue regresado al Distrito Judicial de Actopan, expresó Islas Téllez.
La primera línea de investigación de la fiscalía fue que quien había dado muerte a la niña de 14 años era su padre, Juan Carlos Escamilla Rodríguez, quien pasó dos años en prisión y el 15 de junio de 2016 fue absuelto del delito de feminicidio.

“Fue un año de trabas para darnos el expediente, fuimos a la procu para que ellos lo solicitaran, pero nos dijeron que debíamos ser nosotros quienes debíamos ir con el Ministerio Público de Actopan. No supimos dos meses del expediente, cuando finalmente lo localizan y le asignan mesa, lo vuelven a regresar a Actopan. Su táctica es cansarnos”, declaró la madre a Criterio el pasado 16 de octubre.

Al cadáver se le practicaron pruebas de confrontación genética (ADN), pero desde 2014 la familia sostenido que el cuerpo no es el de Ana Itzel.