El fenómeno meteorológico conocido como El Niño ha sido durante mucho tiempo un factor determinante en la variabilidad climática mundial, elevando las temperaturas del planeta y desencadenando una serie de eventos climáticos extremos. Sin embargo, su influencia parece estar llegando a su fin, al menos temporalmente.

Expertos señalan que El Niño, potenciado por el cambio climático, ha traído consigo un aumento significativo en las temperaturas en México y otras partes del mundo durante los últimos meses. Sin embargo, ahora se espera que este fenómeno dé paso a una etapa neutral, según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la Organización Meteorológica Mundial (WMO).

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Este cambio de escenario trae consigo la posibilidad de que La Niña tome el relevo. Aunque aún no es seguro, existe un 60 por ciento de probabilidades de que este fenómeno se forme durante el verano de 2024. De manifestarse, La Niña podría significar una disminución en las temperaturas oceánicas, lo que a su vez provocaría una serie de efectos climáticos distintos.

Según los expertos, mientras El Niño tiende a elevar las temperaturas en el océano Pacífico, La Niña tiene el efecto opuesto, generando temperaturas oceánicas más frías de lo habitual. Esta variabilidad climática puede desencadenar sequías, lluvias torrenciales e inundaciones en diferentes regiones del mundo, incluyendo América Latina.

En el caso específico de México, El Niño ha estado asociado con sequías en el norte del país y lluvias en el suroeste. Sin embargo, con la posible llegada de La Niña, la situación podría cambiar drásticamente. El meteorólogo Abimael Salas advierte que este fenómeno es extremadamente variable y puede llevar a condiciones climáticas extremas, incluyendo sequías prolongadas seguidas de intensas precipitaciones.

The El Niño of 2023-24 is weakening across the tropical Pacific and forecasters expect that La Niña will develop sometime this summer.
What could that mean for our summer and fall climate?
Read more about this month’s forecast: https://t.co/1fPGFk1tnV pic.twitter.com/2XE8mYWAOs

— NOAA Climate.gov (@NOAAClimate) April 11, 2024

Es importante destacar que La Niña también puede tener un impacto en la formación de ciclones tropicales en el océano Atlántico, lo que aumenta la probabilidad de la aparición de huracanes intensos en la región durante el verano y otoño.

A pesar de estos cambios en el patrón climático, los expertos advierten que tanto El Niño como La Niña son fenómenos naturales que no revierten el calentamiento global. Más bien, subrayan la importancia de estar preparados para enfrentar sus efectos y adaptarse a un clima cada vez más variable y extremo.

En resumen, mientras El Niño pierde fuerza y da paso a una etapa neutral, México se prepara para enfrentar a La Niña y sus posibles consecuencias en el verano de 2024.