Luego de que algunos activistas consideraron a la nueva carretera Real del Monte-Huasca como un ecocidio ante el retiro de plantas y árboles, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) aseguró que el estudio de impacto ambiental fue avalado por la instancia federal.

En recientes días, en entrevista con Criterio, Jonathan Job Morales García, presidente de la asociación Biofutura, recalcó el daño social y ambiental que representan las obras que se realizan en el tramo carretero que conducirá a Huasca.

Ello, debido a que la obra puede causar la pérdida de cientos de especies silvestres. A su vez, al fragmentar los ecosistemas, se puede crear también una barrera para muchas de las a especies endémicas e incluso generar una mayor cantidad de incendios y tráfico de animales.

Incluso, el desequilibrio que el ambientalista señaló puede provocar desde la variación extrema de climas, en el caso de incremento de temperaturas, hasta la pérdida de mantos freáticos que concentran grandes cantidades de agua.

Ante esa situación, la titular de la Semarnath, Mónica Patricia Mixtega Trejo, deslindó a su dependencia de la situación, pues declaró que el impacto ambiental de la obra fue otorgado por la instancia federal.

Sin embargo, sostuvo que Medio Ambiente estatal ha realizado algunas pláticas para mantener un equilibrio entre la situación ambiental y los beneficios que traerá la vialidad a la economía local y a las demarcaciones que atraviesa el proyecto.

“Ese impacto ambiental lo otorga la federación, es competencia de lo federal; sin embargo, nosotros hemos tenido reuniones para conocer ese impacto, para llevar un equilibrio entre la parte ambiental y el propio desarrollo económico de los municipios”, comentó Mixtega Trejo.

No obstante, a decir de Morales García, ese “ecocidio” se puede remediar si se realizan acciones de mitigación.

Luis Godínez I Pachuca

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