Debido a que representa un riesgo de seguridad, al encontrarse en el primer cuadro de Mixquiahuala, la presente administración municipal ha solicitado al gobierno estatal, sin éxito, la reubicación del Centro de Reinserción Social (Cereso), el cual, incluso, comparte el edificio que ocupa la alcaldía.

En reciente visita del secretario de Gobierno de Hidalgo, Guillermo Olivares Reyna, el alcalde Yonattan Álvarez Cruz ratificó su petición de remover la prisión, debido a que representa un riesgo para la ciudadanía; además, el municipio tiene que apoyar con labores de vigilancia en el exterior, con elementos y patrullas, que absorben mucho del servicio que se debe hacer a la población.

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De acuerdo con la presidencia municipal, desde el comienzo de la administración de José Ramón Amieva como alcalde, en 2020, se empezaron a hacer las gestiones para llevar la prisión a la periferia; sin embargo, durante la pasada administración estatal fueron temas de presupuesto los que frenaron los avances, y en la actual, no solo no ha habido interés, sino que se ha combatido la idea.

“Un riesgo de seguridad”

Según antecedentes en manos del área de Seguridad Pública, en este Cereso se han registrado riñas, venta de droga, conflictos internos, entre otros problemas relacionados con la población penitenciaria en este lugar.

En 2023, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) emitió la recomendación general RG-0001-23 al sistema penitenciario estatal.

De acuerdo con el informe, el Cereso de Mixquiahuala de Juárez cuenta con un exceso del 115.8 por ciento en su capacidad, por lo que “exhibe una alarmante sobrepoblación”.

La cifra de 164 personas privadas de la libertad en instalaciones que son para una población de 76, señala, “es contraproducente para cualquier estrategia de reinserción efectiva”.

“Esta situación desborda los servicios básicos, exacerba tensiones y mina la seguridad, evidenciando la necesidad de una revisión estructural y de política penitenciaria”, refiere el informe.

Sin espacio para la dignidad

En el tema de la seguridad, el informe de la CDHEH refiere que esta es gestionada por solo ocho personas de seguridad y custodia para toda la población carcelaria: “Está claramente desbordada, lo que puede comprometer la eficacia en la vigilancia y el control interno, aumentando el riesgo de incidentes”.

Refiere que para asegurar un entorno seguro y fomentar la rehabilitación, es crucial aumentar el personal de seguridad y optimizar la asignación de recursos, manteniendo siempre el enfoque en el respeto a los derechos humanos.

En el lugar se encontraron deficiencias en diversos temas, como salud, acceso a los servicios y el hacinamiento, que no garantiza la integridad de los presos que se encuentran recluidos. En el lugar no hay condiciones dignas para los presos.

De acuerdo con las autoridades municipales, las condiciones del Cereso tienen que ver con el espacio que actualmente ocupa, por lo que “su reubicación es urgente y necesaria para garantizar el cumplimiento con la normatividad” y resolver el problema.