Un ciudadano de Mixquiahuala acusó a las policías estatal y municipal, así como al personal de la Dirección de Reglamentos, de abuso de poder y maltratos durante un operativo en un centro nocturno con consumo de bebidas de la zona centro de la demarcación, lo que calificó como “un acto arbitrario”.

El individuo explicó que decenas de agentes de la Policía municipal arribaron al bar en patrullas y motopatrullas para llevar a cabo una supuesta inspección del lugar.

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Usuarios del establecimiento coincidieron en que los oficiales no encontraron nada indebido o ilegal durante su operativo.

Sin embargo, el proceder de las autoridades de Seguridad Pública causó enojo entre la población, debido a que acusaron prepotencia de los uniformados, pues les quitaron sus celulares para evitar que grabaran la movilización policial.

“Eso no fue una revisión, fue un secuestro”, señaló el inconforme, quien agregó que los oficiales detuvieron a jóvenes solo por intentar grabar los hechos o negarse a ser inspeccionados. Incluso, añadió, golpearon a dos de ellos frente a los presentes.

“Saqué mi celular y me esposaron, y estaba trabajando, pero obvio que venían a fastidiar solamente”, indicó.

Habitantes del municipio acusaron presuntos intereses de la autoridad local actual con estos giros.