Durante el tercer día del Xantolo, los habitantes de diversos pueblos originarios acudieron a los cementerios a despedir a sus seres queridos.

En un marco de hospitalidad y colorido, los huastecos y sus visitantes llevan a cabo sus tradiciones para recordar a sus fieles difuntos, costumbres que han sido transmitidas desde muchas generaciones y que se mantienen, tal y como se percibe en los panteones.

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Pese a que las ánimas de los adultos fueron recibidas desde el 1 de noviembre en los hogares, el día 2, desde temprana hora, muchas personas acudieron al panteón para convivir con quienes ya no están materialmente en el mundo terrenal.

Este jueves, en el panteón de Macuxtepetla había un ambiente de alegría, se pudo observar cómo las personas llevaban comida y bebidas, esas que eran del gusto de su familiar finado.

Había estruendo de cohetes, la atmósfera del lugar tenía tintes místicos y el humo de copal invitó a todos los muertos a probar la ofrenda que sus familiares prepararon para este día.

Juan Domínguez, vecino de Macuxtepetla, compartió que desde hace 14 años acuden a ofrendar a sus abuelos; señaló que es un legado que su padre le ha inculcado y que siguen yendo porque creen realmente que sus difuntos regresan del Mictlán o del cielo para convivir con ellos.

Salomón Hernández | Huejutla