La prolongada sequía que aqueja a la región ha propiciado una disminución de hasta 80 por ciento en el hato ganadero, debido a la falta de forraje y encarecimiento del mismo, lo cual también ha llevado a buscar sustitutos para la alimentación de los animales, como es el caso de la pollinaza, informó Raúl Soto Soto, dirigente de la Asociación Ganadera Especializada en Bovinos Productores de Leche del Valle de Tulancingo.

Dijo saber de decesos de algunos bovinos por ingesta de pollinaza contaminada, misma que no es para consumo pecuario. “Años atrás ocurrió lo mismo en Acatlán, no es la primera vez que mueren animales por este motivo”.

Pidió tomar en cuenta que el Valle de Tulancingo suma cuatro años de estiaje, pero en los dos últimos la sequía fue más intensa.

“En 2021 ya estuvo la sequía plantada, pero todavía algunos levantaron cosechas en temporal, pero en 2022 y 2023, desgraciadamente, no hubo nada. Esto obligó a la gente a disminuir sus hatos, se fue comiendo una vaca a la otra; es decir, las fueron vendiendo para comprar pastura”, explicó.

Indicó que varios productores, en su necesidad de mantenerse, buscan alternativas para alimentar al ganado, como es el caso de la pollinaza, que además de no ser apta para los bovinos, estaba contaminada.

Comentó lo anterior ante las publicaciones que siguen en circulación, en redes sociales y WhatsApp, donde se insiste en la muerte masiva de vacas en distintos municipios de la región, pese a que el reporte oficial de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Hidalgo (Sedarh) solo ubica a Metepec como el único municipio de la zona, con 15 bovinos afectados por intoxicación, específicamente en la comunidad Palo Gordo.