El bosque mesófilo de montaña o de niebla en la región de la Sierra Alta y Gorda es objeto de saqueo, tanto de flora como de fauna, pues se comercializan las especies protegidas y, según Andrea Arenas, de la organización Por Amor a mi Planeta, esto traería consigo consecuencias a las biotas y a los ecosistemas.
En entrevista con Criterio, la activista lamentó que no haya regulaciones por parte de los gobiernos y que haya una sobreexplotación de los recursos naturales, ya sea por intereses particulares o por demanda de servicios por parte de la población.
Ante ello, determinó que “las dependencias encargadas de proteger al medio ambiente están ciegas y mudas cuando deberían tener un proyecto de crecimiento; no hay un desarrollo y ordenamiento sostenible para vivir en armonía con la naturaleza, porque cada quien hace lo que quiere sin consecuencias”, recriminó.
Además, agregó que “los humanos estamos acabando con las especies, los animales silvestres son cada vez menos, ellos son un equilibrio ecológico, grandes polinizadores, ayudan a combatir plagas y son parte esencial; no deberían ser objeto de compraventa, es como un atentado contra la vida misma”.
Andrea Arenas señaló que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) hace caso omiso a las denuncias por estas prácticas, a pesar de que están obligados a sancionar a quienes realizan caza furtiva y tráfico de fauna: “Nosotros como movimiento ecológico hemos hecho quejas, pero no hay eco de parte de ellos”, dijo.
Expuso que los alcaldes de la región también “deben estar comprometidos” con la protección y preservación del entorno natural, pues aseveró que, de seguir ignorando el problema, “la vida del bosque y de miles de especies llegarían a su fin”, a lo que exhortó a que se preste atención al manejo de los recursos.
La activista explicó que, como organización, realizan actividades para contener los impactos negativos: “Los daños a la naturaleza ya no se arreglan, ya no hay manera de resarcir el daño al cien por ciento y no hay una solución total y absoluta”; sin embargo, dijo que existe una opción.
“Haremos una campaña de reforestación, queremos iniciar en la reserva de la biosfera El Aguacatillo, en donde la meta es sembrar mil pinos y mil encinos”, declaró la representante de Por Amor a mi Planeta.
Adelantó que se está trabajando en un proyecto para la conservación de los ríos y los arroyos y que, en su momento, se dará a conocer en qué consiste.
Las especies de la Sierra Alta
Salomón Hernández | Tlanchinol