A pesar de que el alcalde de Tula de Allende, Manuel Hernández Badillo, se comprometió durante su campaña a crear la Contraloría Social del ayuntamiento, dicha dependencia no ha sido establecida a tres meses de su administración.

Previo a las elecciones para renovar autoridades municipales, celebradas el 18 de octubre, el entonces candidato se reunió con agrupaciones como Unidos por Tula (UxT) y el Club Rotario, a las que aseguró que dicho organismo sería “totalmente ciudadano” y tendría la función de supervisar a su gobierno.

Posteriormente, el 11 de diciembre de 2020, cuatro días antes de que Hernández Badillo rindiera protesta como edil, algunos expresidentes del comité municipal del PRI, como Wilfrido Barbosa Alonso y Julián Nava Silva, exigieron que la creación del ente sucediera en los primeros días de la actual administración, lo que no ocurrió.

En esa ocasión, los exediles del tricolor señalaron que la Contraloría Social no debe ser una herramienta de “golpeteo político” contra la administración del perredista que ocasione el posicionamiento de personas o grupos, sino que debe garantizar la participación de los ciudadanos.

El 12 de enero pasado, en una conferencia de prensa a la que asistió el alcalde, Noé Paredes Meza, presidente y fundador de UxT, exigió que Hernández Badillo cumpla dicha promesa de campaña, a fin de que no se repitan situaciones como las registradas en los dos periodos anteriores, en las que, acusó, hubo desfalcos impunes.

FUNCIONES

De acuerdo con grupos de la sociedad civil de Tula, la Contraloría Social servirá para supervisar la administración de Manuel Hernández Badillo, a fin de que no se cometan desfalcos contra las arcas del municipio, como, acusan, ocurrió en administraciones pasadas

La creación del organismo fue una promesa de campaña realizada por el actual edil ante representantes de agrupaciones como Unidos por Tula y el Club Rotario

Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende