Familiares de los 137 fallecidos en la explosión de un ducto de Pemex en San Primitivo, Tlahuelilpan, hace cinco años, se encuentran molestos y demandan el cumplimiento de los tres órdenes de gobierno en la construcción de una casa de oración para recordar a sus difuntos.

En entrevistas separadas, quienes se identificaron como Yolanda, María Guadalupe, Carmen y Lucía reprocharon que, a cinco años del evento que les “arrancó un enorme trozo de vida”, de la supuesta casa de oración que iban a edificar entre los tres órdenes de gobierno no haya “absolutamente nada”.

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“No hay ni siquiera claridad con la posesión del terreno, no sabemos si ya fue liberado o qué pasó con él, lo único de lo que tenemos conocimiento es de que Pemex ya lo adquirió y había presuntas intenciones de entregárselo al ayuntamiento, pero nada más; después de eso no sabemos qué pasó”, dijo Lucía.

Agregó que el compromiso sobre la adquisición del predio y la edificación del memorial se estableció desde el 19 de marzo de 2019, por lo que está a punto de cumplir un lustro también, sin que haya absolutamente nada respecto al avance.

Denunció que ninguno de los acuerdos alcanzados se ha cumplido: ni el terreno ni el ofrecimiento de oportunidades de empleo y proyectos productivos para los deudos ni la integración de estos a programas federales, como el de adultos mayores y madres solteras, ni siquiera el apoyo para huérfanos.

Acusó también que se ha abandonado a los sobrevivientes a su suerte, ya que no han tenido el seguimiento médico necesario para atender las secuelas de las quemaduras sufridas, por lo que exigieron el cumplimiento.