Habitantes de la avenida La Carrera, de la comunidad La Malinche, protestaron debido a que las empresas que realizan los trabajos del Plan Hídrico para evitar inundaciones están depositando los lodos extraídos del río Tula a cielo abierto, lo que causa malos olores.
Además, agregaron que existe un temor de que estos desperdicios generen un foco de infección a partir de los fangos contaminados y afecte la salud.
Los quejosos aseguraron que, por las altas temperaturas, los aromas fétidos son mayores y que, incluso, se pueden percibir en toda la zona centro de la ciudad: “Aparte de los olores putrefactos habituales del cuerpo de aguas negras, ahora huele como a químico y a descomposición de los propios residuos”, comentó uno de los vecinos.
Los inconformes refirieron que la principal preocupación es que los fangos se están depositando en las inmediaciones del rastro municipal, situación que, consideraron, podría contaminar los cárnicos que se procesan ahí.
En ese sentido, hicieron un llamado a la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo (Copriseh) para que acuda a realizar inspecciones.
Además, exigieron que se cumpla con el desecho de los lodos del río Tula en el banco autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ubicado cerca de la localidad Xitejé, pues, de lo contrario, podría generar problemas de salud.
Los inconformes externaron que tienen el conocimiento de que la Conagua deposita los desperdicios del Plan Hídrico en otras comunidades y el callejón del Club de Leones.
Miguel Ángel Martínez | Tula de Allende
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Usuarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) clausuraron de forma simbólica las oficinas de la dependencia en Tula, donde protestaron por los “altos cobros” de la empresa productiva del Estado.
Los inconformes, en su mayoría integrantes de la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (Annuee), manifestaron su desacuerdo con las cuotas de la compañía, a las que calificaron como altas, pues aseguraron que hay domicilios en que, por uso doméstico, les cobran hasta 10 mil pesos bimestrales.
