Un espectáculo de luz y sonido en la zona arqueológica de Tula es inviable por el tipo de monumentos que hay, los cuales serían perjudicados de llevarse a cabo el proyecto, informó Osvaldo Sterpone, delegado en Hidalgo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El delegado de la dependencia dijo que, por las condiciones de los vestigios prehispánicos en Tula, tomando en cuenta su antigüedad y tipo de materiales con los que están hechos, si se autorizara la atracción, se estaría ante una posible destrucción del patrimonio histórico de la nación.
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De esta manera, negó las especulaciones que por años se han mantenido acerca de esta intención, a la que incluso se han sumado voces de extitulares nacionales del propio instituto y autoridades municipales.
La última vez que se habló formalmente del tema fue a mediados el periodo gubernamental 2016–2020, encabezado por el exalcalde Gadoth Tapia Benítez.
La encargada de las gestiones ante el INAH y el gobierno del estado, que mediante la Secretaría de Cultura tenía su propio seguimiento respecto al espectáculo nocturno, fue la exregidora Olivia García Villeda, en su carácter de presidenta de la Comisión de Turismo del ayuntamiento.
El escenario dado en aquel momento por las autoridades locales y estatales fue halagüeño, dado que dijeron que solo faltaban detalles para que el INAH y el gobierno del estado consolidaran el proyecto, que tenía la finalidad de atraer a más turistas a la Ciudad de los Atlantes.
No obstante, Juan José Arias, entonces delegado del INAH en Hidalgo, manifestó su preocupación al respecto, al comentar que no creía que las condiciones estuvieran dadas para un espectáculo nocturno, sobre todo en temas de infraestructura, seguridad y de servicios.
ANTECEDENTES DEL PROYECTO
Del proyecto de luz y sonido para la zona arqueológica de Tula se comenzó a hablar desde el periodo del exgobernador Miguel Ángel Osorio Chong (2005–2011), a fin de atraer más turismo a Tula, por ello se creó el andador turístico Quetzalcóatl, para llevar a los visitantes de manera peatonal a la zona arqueológica
El proyecto, al que no se le había dado una negativa rotunda, seguía sin concretarse debido a que existían dudas acerca de la capacidad de la ciudad en cuanto a infraestructura, seguridad y servicios
Miguel Ángel Martínez | Tula de Allende
